La Dirección de Patrimonio Nacional advirtió hace poco más de un año a la Iglesia católica sobre una serie de "vulnerabilidades" en el templo en Copey de Dota, entre ellas, la urgencia de cambiar el cableado en el inmueble construido hace 95 años y que fue consumido por un incendio que comenzó a las 11:50 p. m. de este sábado.
William Monge, director de Patrimonio, una dependencia del Ministerio de Cultura y Juventud, dijo que en aquel momento se reunió con los miembros del Consejo de Evangelización de Copey para analizar la situación, pues el inmueble –que era de madera y se terminó de construir en 1926– también urgía de reparaciones en las ventanas, puertas y el campañario, pues el agua lo estaba dañando.
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Inicialmente, se consiguió un financiamiento de ¢20 millones que ayudó a reparar las puertas, ventanas y el cinc. Pero quedó pendiente el cambio de cableado electrico, que según Carmelo Segura Elizondo, tesorero del Consejo de Evangelización de Copey, tenía un costo de cerca de ¢50 millones y la comunidad de 1.800 habitantes no disponía del dinero.
El sacerdote de Dota, Juan Carlos Quirós González, con siete meses como párroco en el cantón, dijo que ante la advertencia y el riesgo de un incendio se colocaron cinco extintores en la propiedad.
"En la iglesia se prohibieron el uso de velas, candelas y todo lo que viera extraño se revisaba. Lo único que quedaba prendido era la lámpara del Santísimo, pero era de poco voltaje", manifestó el cura.
Todas las personas coincidieron en que el tema eléctrico era prioritario y que en eso estaban trabajando cuando los sorprendió el siniestro.
Presa fácil del fuego
El templo de Copey, de una estraordinaria belleza, tenía el piso, las columnas, las paredes y el cielorraso de madera. En las paredes tenía cinc para protegerlo del agua.
El inmueble, que se empezó a a construir en 1922, se terminó cuatro años después. En algunas ocasiones le hicieron algunas reparaciones menores, pero mantenía en su mayoría las piezas originales. El 9 de diciembre de 1999 lo declararon patrimonio histórico arquitectónico del país. Costa Rica cuenta con otros 386 lugares con esa misma condición.
El fuego, que se inició en la esquina noroeste, donde estaba el Santísimo, consumió en 20 minutos la estructura.
Cuando los bomberos llegaron al sitio las llamas envolvían totalmente el inmueble. El fuerte del fuego estaba al frente y en la parte de atrás, comunicaron los bomberos.
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Ardieron 320 metros cuadrados de construcción. Se salvaron 80, precisamente donde esta la casa cural. En la conflagración no hubo personas afectadas.
Luego de que se extinguieron las llamas sólo quedaron en pie una parte de la sacristía y el vestíbulo.
Henry Morales, investigador de incendios del Cuerpo de Bomberos, explicó que la causa de siniestro todavía se desconoce y mencionó que por ser la iglesia de Copey un edificio declarado Patrimonio Nacional, el trabajo tiene que ser muy metódico, por lo que iban a pedir la intervención del Organismo de Investigación Judicial OIJ.
"No hay que descartar ninguna posibilidad. Uno nunca sabe", dijo Morales, aunque la presunción inicial es que se pudo deber a un cortocircuito.
El especialista explicó que aunque los vecinos y los bomberos observaron dos focos de fuego (uno atrás y otro al frente), esta es una situación que puede ocurrir en un incendio y no necesariamente significa que hubo dos puntos diferentes de origen de las llamas.
La destrucción del templo tenía abrumados a los pobladores de Copey. Este domingo fueron comunes los rostros de impotencia, tal vez enojo por no haber ejecutado las recomendaciones antes y algunos hasta dejaban salir lágrimas. No era para menos, un inmueble de gran belleza fue convertido en cenizas.
Este domingo no había certeza sobre qué decisión tomarán. Si van a reconstruir la iglesia tal como era, o dejar lo único que quedó en pie, o hacer un templo más moderno. Por lo pronto, lo más urgente, lo que ellos querían saber, es cual fue la causa del incendio.
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