Muro de 60 metros mitigará los efectos de graves inundaciones en barriada capitalina

CNE financia muro de contención valorado en ¢440 millones; municipio realiza dragado y obras de mitigación en otros sectores afectados

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Un muro de 60 metros de largo y más de cinco metros de alto se levanta en la margen izquierda del río Cañas, con el objetivo de favorecer a unas 60 familias de Calle Areneros en San Rafael Abajo de Desamparados. En setiembre del 2022, una violenta inundación dejó a las viviendas anegadas e inhabitables y ocasionó pérdidas millonarias.

Las obras, iniciadas el 15 de febrero, avanzan en la construcción de una especie de gradas de concreto valoradas en ¢440 millones y financiadas por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE). La Municipalidad de Desamparados supervisa los trabajos, proyectados para finalizar a finales de junio.

Rocío Quesada, residente de Calle Areneros, dice que vagonetas, mezcladoras y retroexcavadoras realizaron un cimiento profundo y según les han explicado a los vecinos, vertieron concreto sobre una base de piedras, donde se construirán unos ocho escalones grandes. Estos servirán como barrera de protección en el recodo del río, evitando la entrada de agua a la urbanización.

Algunos afectados que tuvieron que irse, regresaron a sus lotes con la llegada de la maquinaria. La idea es valorar la posibilidad de reconstruir sus casas y volver al barrio donde vivieron por décadas.

Aún resta la reconstrucción de dos casas, cuyos habitantes las abandonaron cuando el agua alcanzó el techo, dejándolas con daños graves. Muchas familias tuvieron que invertir en la remodelación de sus hogares, al no tener otro lugar a donde ir.

Rocío Quesada, quien es pensionada y habita una casa afectada junto a su hija de 22 años, comenta que, a pesar de los ruidos, las polvaredas y otras molestias causadas por la maquinaria, están contentos. Confían en que la estación lluviosa no volverá a afectarlos como en años anteriores.

Ella tuvo que reemplazar una cerca de malla ciclónica por una tapia de baldosas, además de cambiar láminas de gypsum, arreglar portones y parte de la instalación eléctrica afectada por el agua.

Otros vecinos construyeron una segunda planta en sus casas, varios aún están finalizando las obras, asegurándose de que las habitaciones principales y las de los niños estén fuera del alcance rápido del agua.

La empresa Codocsa S.A. está a cargo de la obra y levantó un campamento en la zona donde pernoctan los trabajadores, la mayoría de ellos de Upala y otras zonas rurales.

Otros puntos frágiles

La alcaldesa de Desamparados, Hazel Torres Hernández, asegura que supervisan la obra y realizan visitas regulares para evitar contratiempos y garantizar que todo avance según lo planeado.

Informó sobre otro proyecto auspiciado por la CNE que es la construcción del puente sobre el río Cañas, cerca de la Cruz Roja del cantón. Este proyecto, con un costo aproximado de ¢1.000 millones, está en la etapa de diseño, con la posibilidad de iniciar la construcción en mayo y concluir en octubre.

El municipio ha realizado obras de mitigación con recursos propios, ya que Desamparados, junto con Aserrí y Alajuelita son de los cantones más afectados por las inundaciones de los últimos años. Solo en Desamparados hubo 459 reportes por inundación en el 2022.

Se han intervenido ríos y quebradas en alrededor de 15 sectores como La Granja, San Diego, urbanización Fuentes Martínez y otros, mientras se resuelve la solución integral con la CNE.

En cuanto a Gravilias, una urbanización que se inunda recurrentemente cerca del colegio, Torres destacó la instalación de dos cajas de registro y mejoras en la laguna de retención existente en la parte alta, conocida como urbanización Marianela. Esto ayudó a evitar inundaciones graves durante las fuertes lluvias de octubre pasado.

Torres reconoce la necesidad de una solución integral para Gravilias, y por ello realizaron un estudio financiado por el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), para respaldar ante la CNE la solicitud de los recursos necesarios.

La CNE lleva a cabo estudios paralelos y un plan de inversión en colaboración con el municipio, valorado en ¢40 millones, para determinar el costo actualizado de las obras necesarias en Gravilias y así gestionar el plan de inversión sobre una base precisa que permita plantear y desarrollar las obras necesarias.