El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) prevé para la tarde de este viernes el paso de una nueva onda tropical, similar a las que tuvimos el mes pasado. Aunque la actividad lluviosa será entre débil y moderada, los cuerpos de seguridad y rescate llaman a no bajar la guardia porque los suelos continúan muy saturados en gran parte del país.
Así lo informó el director del IMN, Juan Carlos Fallas, quien pidió estar vigilantes, principalmente en zonas propensas a deslizamientos, inundaciones y desbordamiento de ríos.
La onda tropical número 43 atravesará el territorio nacional este viernes provocando a su paso lluvias de variable intensidad y aguaceros acompañados por tormentas eléctricas.
Las primeras precipitaciones se darán entre la tarde y noche de este viernes 13 de octubre.
Este fenómeno meteorológico tendrá sus efectos sobre el Valle Central, la zona norte, el Pacífico central y sur, así como en las zonas montañosas y costeras del Caribe.
De acuerdo con la velocidad de su trayectoria, tardaría entre 6 a 9 horas cruzando el país de este a oeste. Se espera que para el sábado ya no tenga afectación sobre nuestro territorio.
Lo anterior no quiere decir que lloverá por periodos de seis o más horas, sino que habrá aguaceros por los sitios donde pase la onda.
Como consecuencia del paso de la onda tropical, se prevén montos de lluvia de entre 15 y 50 litros por metro cuadrado en el Pacífico central y sur, y entre 10 y 40 litros en el Pacífico norte y el Valle Central.
El IMN insiste en atender las indicaciones que emita la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
"Cualquier cantidad de lluvia puede traer repercusiones serias, por las condiciones de inestabilidad
en las que quedaron laderas y suelos, luego del paso de la tormenta tropical Nate", dijo el director del IMN.
La mañana del viernes la onda estaba al oeste de Panamá generando mucha nubosidad en especial en el sur del istmo.
La CNE dictó alerta verde o informativa para el Valle Central y todo el Pacífico, lo que obliga a los comités locales de esas regiones a estar muy atentos, así como a las personas que viven cerca de ríos, quebradas o zonas propensas a deslizamientos.