Decenas de temblores de entre 2 y 5,5 grados de magnitud registrados desde el pasado viernes 17 de febrero preocupan a los vecinos de Varablanca y Cinchona de Heredia. Si bien esta es una zona de alta sismicidad, a la cual los lugareños están acostumbrados, la integridad de la ruta 126 genera inquietud.
La Nación visitó la carretera de Cinchona la mañana de este lunes y corroboró los reportes de grietas que se abrieron tanto a la orilla como sobre la calzada, tal como se aprecia en los videos adjuntos.
Domingo Argentini Alfayate es vicepresidente de la junta directiva de El Ángel, reconocida fábrica damnificada por el recordado terremoto de 2009. El empresario vive en el lugar, a escasos 100 metros de donde se abrieron las grietas en la carretera. De hecho, la vía de acceso a su casa también tiene algunas fisuras.
Argentini asegura que ha sentido decenas de sismos durante los últimos días, especialmente el de la madrugada del sábado, que superó los 5 grados de magnitud.
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“Nosotros hemos avisado a las autoridades pero no sabemos si han venido. Hemos sentido varios temblores en estos días, el primero el viernes que fue fuerte, el del sábado y el último ayer, domingo. Esos tres se sintieron bastante fuerte, se mueve todo, se rompieron tuberías, se abrieron puertas, y las grietas aparecieron en la carretera”, explicó Argentini.
El empresario expresó su preocupación debido a que la ruta 126, en el lugar donde aparecieron las grietas, se encuentra sobre la cima de una montaña, es decir, tiene precipicios a ambos lados de la vía.
La Nación confirmó que hacia ambos guindos se ha empezado a caer el material contiguo a la calle, al punto de que, en algunos lugares, hay menos de dos metros entre el asfalto y el precipicio. Además, justo donde termina el asfalto y empieza la tierra, se han abierto fisuras.
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Si bien actualmente los vehículos transitan con normalidad, estos derrumbes y grietas pueden agravarse en los próximos meses, cuando acabe la época seca y empiecen las copiosas lluvias que caen durante meses en este distrito herediano y recargan los suelos.
El tramo más afectado, de aproximadamente 100 metros, se ubica a 350 metros al norte de la antigua fábrica El Ángel.
Sobre esta ruta transita tres veces al día, en ambos sentidos, la línea de buses de la empresa Caribeños, que comunica San José con Puerto Viejo de Sarapiquí. Estos autobuses viajan especialmente cargados los fines de semana, cuando decenas de personas dejan el Valle Central para visitar sus comunidades en zonas rurales.
En caso de quedar inhabilitado este camino, los habitantes de Nueva Cinchona, Varablanca, Cariblanco y San Miguel solamente tendrían dos opciones para ir a la Gran Área Metropolitana: por la ruta 32 en Limón, o por la carretera de Ciudad Quesada a Naranjo.
Según el sismólogo Marino Protti, se han reportado 160 réplicas desde el temblor de la madrugada del sábado.
Los dos sismos más fuertes de los últimos días en esta zona fueron el sábado 18 de febrero a las 2:24 a. m., de 5,5 grados y el domingo 19 de febrero a las 4:56 p. m., de 5,2 grados, ambos en la zona norte de Varablanca. Estos fueron acompañados por decenas de movimientos de entre 2 y 3 grados.
Pese a la preocupación de Argentini, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) aseguró la tarde de este lunes que “no se evidenciaron daños importantes, solo algunos agrietamientos en construcciones debido a malas técnicas constructivas”.
Las inspección fue realizada por el geólogo Blas Sánchez y la integrante del Comité Municipal de Emergencias de Heredia, Ángela Aguilar Vargas. Los funcionarios se reunieron con el Comité Comunal de Emergencias de Varablanca.
En la angosta calle de tierra que lleva hacia el viejo pueblo de Cinchona, una gran grieta amenaza con inhabilitar por completo la única vía de acceso hacia el asentamiento.
Pese a la peligrosidad del terreno, algunas personas han construido edificios en la antigua comunidad, incluso algunas casas están en proceso de ser levantadas. La carretera agrietada es la única y peligrosa forma de ingresar hasta esas nuevas viviendas.
Además, una lechería que se encuentra en la calle de entrada a vieja Cinchona se ha visto afectada, al punto que parte de un corral corre el riesgo de caerse montaña abajo.
“Es importante recordar que esta zona es de alto riesgo y cuenta con una orden sanitaria, por lo que las viviendas fueron declaradas como no habitables”, aseguró la CNE, indicación a la que algunos vecinos imprudentes hicieron caso omiso.