Una avalancha de agua, árboles y barro embistió a la comunidad de Aguas Zarcas de San Carlos el pasado domingo 23 de julio, dejando a su paso cientos de millones de colones en daños.
Afortunadamente, ninguna persona resultó herida de gravedad ni falleció, sin embargo, decenas de personas perdieron sus casas o negocios.
Vecinos y conocidos han regalado tiempo u horas de maquinaria con el objetivo de remover el barro y los escombros. Algunos propietarios aún encuentran enterrados utensilios de todo tipo, desde ollas, cilindros de gas, llantas, ropa o dinero en una caja fuerte.
A continuación, le presentamos 20 fotografías que le mostrarán el panorama que vive actualmente la comunidad de Aguas Zarcas, luego de un acontecimiento sin precedentes.
Decenas de personas se acercaron a colaborar en las labores de recolección de sedimento y chatarra en lo que alguna vez fueron locales comerciales, junto al puente sobre el río Aguas Zarcas. Estas personas trabajan gratuitamente. (Roger Bolaños Vargas)
En este negocio, que alguna vez fue una llantera, quedaron atrapados siete vehículos, de los cuales tres ya fueron extraídos. Los colaboradores cuentan que, aunque la carrocería estaba completamente golpeada, los interiores se encuentran intactos, debido a que el barro no entró. (Roger Bolaños Vargas)
Dos sujetos se ayudan con el objetivo de sacar una cámara de refrigeración que se encuentra enterrada por el barro. A la izquierda del encuadre se observa el cartel que alguna vez invitó a los transeúntes a comer en la soda propiedad de Nazira Quesada. (Roger Bolaños Vargas)
Esta es la vista desde atrás de algunos de los locales arrasados por la avalancha junto al río Aguas Zarcas. Los vecinos aseguran que no se trató una inundación, sino un cúmulo de barro que avanzó de forma compacta, similar al comportamiento de la lava volcánica. (Roger Bolaños Vargas)
Los baños de los negocios ubicados al margen del río Aguas Zarcas sí aguantaron los embates de la avalancha, en parte porque fueron construidos completamente en concreto. Sin embargo, el barro los tapó casi por completo. (Roger Bolaños Vargas)
Este es uno de los varios vehículos que quedaron completamente enterrados entre el barro y la estructura de los negocios. Todos estos tienen serios daños a nivel de carrocería y motor, por lo que probablemente serán desechados. (Roger Bolaños Vargas)
Esta imagen muestra el nivel al que llegó el barro cerca del río Aguas Zarcas. Cualquier persona que se atreva a caminar por esta zona quedará automáticamente hundido en casi dos metros de sedimento. (Roger Bolaños Vargas)
Cientos de metros de barro abarcan una zona en la que antes había casas y comercios. Ahora, los propietarios deberán buscar la forma de remover toda esta tierra por sus propios medios o, simplemente, dejarla ahí. (Roger Bolaños Vargas)
Esta lavadora fue arrastrada por la avalancha del domingo 23 de julio en Aguas Zarcas. Es uno de los pocos electrodomésticos que podrán ser rescatados en condiciones relativamente buenas. (Roger Bolaños Vargas)
La forma en que avanza el barro es diferente a una cabeza de agua. En este caso, la tierra empuja todo a su paso. La imagen muestra cómo la avalancha paró durante la noche del domingo 23 de julio. (Roger Bolaños Vargas)
Este vehículo corrió mejor suerte que otros: aunque se encuentra atrapado, la mayoría de su carrocería está intacta, mientras que otros siete automotores fueron enterrados entre lodo, latas y metales. (Roger Bolaños Vargas)
En calle Carvajal, lo que antes fue un complejo turístico fue completamente inutilizado por el barro, que en algunos puntos supera los dos metros. De hecho, en la pared de este edificio se aprecia el nivel al que llegó el sedimento en esta zona. (Roger Bolaños Vargas)
Aunque sea difícil de creer, hasta el pasado sábado esta zona era un complejo turístico con ranchos y una piscina. El desastre de barro tapó todo rastro del negocio. (Roger Bolaños Vargas)
Esta casa, ubicada en calle Carvajal de Aguas Zarcas, fue completamente arrasada por la avalancha de barro. En la esquina ubicada a la derecha de la fotografía alguna vez hubo un ventanal esquinero, sin embargo, la fuerza de la naturaleza rompió todo a su paso, a excepción del concreto. Al fondo se ubica un otrora taller de parqueo de maquinaria. (Roger Bolaños Vargas)
Lo que parece ser una palmera quedó atascada en lo que alguna vez fue la sala de una casa, esto en calle Carvajal de Aguas Zarcas. (Roger Bolaños Vargas)
Hasta la terraza de esta casa llegó la avalancha de sedimento. El inmueble se encuentra actualmente abierto e inhabitado. (Roger Bolaños Vargas)
En calle Carvajal de Aguas Zarcas el cañón del río es relativamente bajo, entre uno y cuatro metro, en comparación con los 15 metros de cañón más al sur. Esto provocó que la avalancha de barro se saliera más fácilmente y contaminara repastos aledaños. (Roger Bolaños Vargas)
Esta draga también realiza labores para encausar el agua, en este caso, cerca de los negocios destruidos. Afortunadamente, las lluvias torrenciales se han ausentado durante los últimos tres días. (Roger Bolaños Vargas)
Al fondo de calle Carvajal, en Aguas Zarcas, pasa el río del mismo nombre. Una dragas costeada por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) realiza trabajos para encausar el agua, dado que no se descartan que baje más sedimento en el futuro. (Roger Bolaños Vargas)
Personal del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) realiza reparaciones en uno de los dos puentes paralelos que pasan sobre el río Aguas Zarcas. En este caso se trata de un puente tipo 'Bailey' con pocos meses desde su instalación, el cual recibió todo el impacto de la avalancha que corrió de sur a norte. (Roger Bolaños Vargas)