Heredia
Los dueños de la Corporación SyS, la empresa dedicada a la venta de utensilios plásticos que fue consumida por las llamas el sábado, sospechan que el incendio en sus instalaciones fue provocado.
Así lo afirmó este domingo el abogado de la firma, Humberto Méndez, quien manifestó que horas después del hecho pusieron la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para que se proceda con una investigación.
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"El OIJ va a venir (a San Miguel de Santo Domingo de Heredia) a entrevistar a clientes, empleados y administración (...). Hay que ver quién es, resentidos hay un montón", sentenció Méndez.
La Policía Judicial confirmó que existe una denuncia y que en los próximos días se procederá con las indagaciones.
Méndez explicó que cuando se presentó el siniestro había entre 20 y 25 personas en la compañía, ya que aunque en total se tienen más de 100 empleados, las labores son menores por tratarse de un fin de semana.
Agregó que en la bodega, lugar en el que se presume comenzó el fuego, no había ningún electrodoméstico ni tomacorriente, por lo que la sospecha es mayor.
"El fuego empezó de abajo hacia arriba. Apenas dio tiempo de que saliera la gente y de sacar unos carros (...). Toda la estructura y el inventario está asegurado", mencionó el defensor.
Durante este domingo el Cuerpo de Bomberos se mantuvo en la zona del siniestro, debido a que varios focos de incendio todavía estaban activos.
Alexánder Solís, jefe de Ingeniería de Bomberos, explicó que por el tipo de estructura la investigación es complicada; sin embargo, se prevé que para este lunes se reconozca el sitio para planificar esa labor.
"Se requiere la remoción previa de estructuras y materiales", detalló.
Tensión en el barrio
El olor a plástico quemado no es lo único que reina en el barrio La Vivienda, en San Miguel de Santo Domingo de Heredia. La tensión sigue presente entre los vecinos.
Cerca del establecimiento hay al menos 21 viviendas, de las cuales seis presentaron daños parciales, provocados por el humo y la radiación.
La casa más afectada por la emergencia es la de Kattia Sánchez Chacón. Ventanas quebradas, canoas derretidas, el techo quemado y hasta cortinas carbonizadas son el reflejo de la fuerza que tuvo el incendio.
Cuando se presentó el suceso ella no estaba en el inmueble, pero las llamadas de alerta hicieron que a Sánchez se le subiera la presión. A su esposo, Johnny Campos, lo llevaron al hospital para atención médica, mientras que los hijos de ambos evaluaron los daños de la estructura en cuanto pudieron.
"El fuego no ha parado. Solo Dios hizo que nuestra casa no se viera más afectada", narró Sánchez, quien vive en el lugar desde hace 20 años.
En las casas de William Salazar, Wálter Salazar y José Orlando Corrales los daños también son visibles en canoas y ventanas, especialmente, pero todos contaron que se ayudaron para sacar las pertenencias y protegerlas, en caso de que las llamas alcanzaran sus propiedades.