Canadienses: ‘Fue como si se estuviera hundiendo el Titanic’

Barco de 6 metros de ancho se levantó de lado; la gravedad venció a pasajeros

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La pareja de canadienses Brigitte Rancourt y Matthieu Seguin coincidieron en que el colapso del catamarán fue como el hundimiento del Titanic.

Así lo manifestó él, con su ropa y el maletín empapados. Estaba descalzo pues había perdido sus sandalias.

Según su relato, el barco comenzó a hundirse y se volcó de medio lado hasta elevarse seis metros (el ancho del buque). La gravedad fue más fuerte que los dedos de los pasajeros aferrados a la baranda, aunque se soltaron hasta caer al agua.

“Comenzó a haber mucho viento y olas; nos dijeron que nos pusiéramos el chaleco y nos moviéramos a la parte más alta. El bote empezó a ladearse y a inundarse. Mucha gente se cayó; otros se aferraban a las barras.

”Cuando el bote se levantó, todos saltamos. Estuvimos flotando con un pedazo de plástico del barco durante 45 minutos. Todos nos quedamos juntos.

”La tripulación fue muy buena; nos dijeron qué hacer y hacia dónde nadar. Nos estábamos ayudando. Primero llegó un barco pesquero, otro comercial y luego varios botes pequeños”, recordó Brigitte.

Apoyo. María Jesús Bermúdez y su esposo, Isidro Antonio Canales, decidieron el miércoles ir de paseo a la isla Tortuga.

Son vecinos de Alajuela y estaban de vacaciones en un hotel en Jacó.

Este jueves, a las 7:30 a. m. los recogieron con rumbo a playa Herradura, donde los esperaba el catamarán EcoQuest. Ellos eran de los pocos nacionales que viajaban a bordo.

“Íbamos montados, desayunando, tomando agua, y de pronto comenzamos a ver caras preocupadas repartiendo chalecos. Tuve que comenzar por aprender cómo ponerme el mío, porque no nos habían explicado.

”Entre todos, nos ayudábamos y, en segundos, el barcó se inclinó de lado y comenzó a despedazarse. Había que salir tranquilamente, flotando con los chalecos; las balsas estaban afuera. Nos fuimos uniendo todos haciendo cadenas, y ahí nos mantuvimos”, recordó.

La pareja se separó porque había muchísima gente en el agua. “Pienso que duré una hora en el agua, pero para mí fueron como años. Nos rescató este señor (Edwin Samudio), en su yate”, dijo.

Este último contó que escuchó la voz de auxilio por radio y se fue de inmediato al sitio. Después llegaron otros barcos.

“Esperábamos ver el crucero, pero se había hundido. El viento estaba muy fuerte y las olas eran de seis pies (unos 1,82 metros). Pudimos rescatar a un grupo de 10 personas. Muchos botes de la marina llegaron un poco rápido a prestar auxilio”, explicó.