¿Por qué hay tanta bruma en el Valle Central? Conozca las tres razones

Altas temperaturas prevalecen en todo el país

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Una densa bruma se extiende desde hace varios días en gran parte del Valle Central y el Pacífico. Las montañas se ven borrosas a la distancia y los habitantes están experimentando irritaciones en la vista y en las vías respiratorias. La respuesta es una combinación de fenómenos naturales, atmosféricos y la acción del hombre.

Lo que los vecinos están enfrentando es un poco de calima o polvo atmosférico, producto de quemas e incendios forestales, que se une a la fina ceniza volcánica lanzada por el volcán Poás.

Daniel Poleo, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), informó que este fenómeno reduce considerablemente la visibilidad y persistirá durante esta semana. Esto se debe a que el viento, que generalmente se dirige hacia el Pacífico durante la mayor parte del año, cambia temporalmente de dirección, soplando débilmente hacia el noreste y llevando consigo parte de la ceniza fina emanada por el volcán Poás hacia algunos puntos del Valle Central.

Además, cuando se producen incendios forestales, la ceniza generada permanece suspendida en el aire durante un período considerable. Lo mismo ocurre con las quemas realizadas por algunos agricultores para preparar el terreno antes de la llegada de la estación lluviosa, que se espera para este mes en regiones como el Pacífico central y sur.

Poleo señaló que la calima es característica de la estación seca en la que nos encontramos, y aunque habrá una pausa la semana próxima debido a un aumento leve en la velocidad del viento que generará algunas lluvias en el Caribe, volverá a manifestarse a partir del 11 de abril.

Aunque la población tiende a interpretar que esa bruma es polvo del Sahara, en esta ocasión no se trata de arena del desierto cálido más grande del mundo. Esas nubes, que cruzan el planeta, llegan a nuestra latitud entre mayo y agosto, fundamentalmente.

En lo que resta de la semana las temperaturas se mantendrán altas, superando los 30.°C al oeste del Valle Central, así como en las llanuras de la zona norte y Caribe; en regiones del Pacífico superarán los 35 °C.

Sigue cayendo ceniza

Sumada a la calima, la emisión de ceniza del volcán Poás continúa este martes. Lo anterior llevó a varios científicos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) a visitar el coloso que está a 2.687 metros sobre el nivel del mar en Alajuela para tomar muestras del material y realizar mediciones de temperaturas y gases. Debido al aumento en la actividad volcánica, la entrada de turistas se suspendió hasta nuevo aviso.

El vulcanólogo Cyrill Müller, uno de los que visitó el cráter este martes, afirma que van a examinar los cambios en la cantidad y la proporción de gases para determinar si va hacia un escenario de mayor actividad o si mermará en los próximos días.

Por ahora el lago cratérico se secó del todo y hay al menos dos bocas sumamente activas emanando gases y cenizas directamente a la atmósfera.

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Una de las características de este volcán es que puede cambiar súbitamente, como ocurrió en abril del 2017 cuando entró en una actividad que se mantuvo hasta el 2019. Esa vez las erupciones desintegraron un gigantesco domo de rocas que por años prevaleció en el cráter y que lo dívidía en dos partes.

El satélite europeo Sentinel 5 detectó un aumento significativo en la masa de dióxido de azufre emitida por el Poás el 1.° de abril de 2024, alcanzando las 714 toneladas, la cifra más alta registrada desde 2019.

Persiste una pluma rica en vapor de agua, gases y aerosoles de color blanco grisáceo. El viento predominante dispersa estos gases hacia Grecia, Naranjo, Atenas y el Pacífico central, a veces alcanzando el Valle Central. La velocidad máxima del viento es de 21 km/h. Los pobladores más cercanos al Poás continúan reportando al Ovsicori olores a azufre y la caída de ceniza fina.

El análisis más reciente realizado por el Laboratorio de Petrología del Ovsicori a la ceniza eruptada el 30 de marzo revela que está compuesta por granos de roca alterada y minerales secundarios, lo que indica que es ceniza antigua que aún no muestra signos de la incursión de magma fresco.

Incendios al alza

En cuanto a los incendios forestales, según datos del Cuerpo de Bomberos, en el 2024 ya se registran 80 incidentes de este tipo. Esta cifra representa el número más alto de atención por incendios forestales de los últimos diez años.

Uno de los más recientes se reportó la noche del lunes en playa Hermosa de Guanacaste con más de 100 hectáreas de terreno consumidas.

Además, una quema de charral puso en riesgo a decenas de viviendas en Los Guido, en Desamparados, al mediodía de este martes. En el sitio no hay agua en los hidrantes, así que los bomberos han tenido que desplazarse 6 kilómetros, a colectar agua en Aserrí.