El Cuerpo de Bomberos no pudo determinar las causas que generaron el incendio registrado el 2 de mayo anterior en las instalaciones de la empresa Empaques Santa Ana, en Coyol de Alajuela.
Durante seis días los miembros de la Unidad de Ingeniería de Bomberos reunieron varias hipótesis del hecho. Sin embargo, tras hacer las pruebas pertinentes todas fueron descartadas, por lo que el motivo del fuego se desconoce.
Allen Moya, encargado de ese departamento, explicó que entre el 2 y 8 de mayo entrevistaron testigos, bomberos y analizaron videos, como parte de las pesquisas.
También dijo que aplicaron la metodología recomendada en la normativa NFPA 921, denominada Guía para la investigación de incendios y explosiones.
“La primera semana nos concentramos en el punto de origen, recolección de información documental, testimonial, evidencias, entre otros.
“Después, probamos una serie de hipótesis y se descartaron, por lo que se concluyó que la causa del incendio es no determinada”, explicó Moya.
Añadió que se analizaron marcas y patrones presentes en el lugar, al tiempo que se realizó la remoción selecta de escombros, utilizando maquinaria y personal especializado en la investigación de incendios que verificó el material removido, así como la maquinaria presente en el lugar.
Este incendio fue catalogado como el más grande de la última década y, a pesar de no dejar víctimas, obligó a los bomberos a trabajar seis días en el sitio, de manera ininterrumpida.
En total, se quemaron 70.000 metros cúbicos de materia prima, principalmente cartón y madera.
Se estima que las ráfagas de viento que alcanzaron unos 80 kilómetros por hora, impidieron el control oportuno de las llamas.
Por el incendio la compañía no tuvo mayores inconvenientes y pudo seguir con la mayor parte de sus operaciones, porque la acción de los bomberos evitó que las llamas llegaran hasta la planta.
En un comunicado de prensa difundido poco después del siniestro, afirmaron que la materia prima quemada representaba el 15% del área de operación.
Agregaron que no hubo afectación humana ni perdieron activos estratégicos para la operación normal de la planta de corrugado, que ya había sufrido otro incendio años atrás, en las antiguas instalaciones en Santa Ana.
La producción de empaques se destina en un 65% al mercado local y un 35% a exportación.