Luis Emilio Rodríguez, quien fue bombero durante 30 años y ahora imparte capacitaciones sobre materiales peligrosos, asegura: “Por cuidarnos de robos, blindamos las casas”.
A su juicio, las personas no piensan en que, en caso de una emergencia como un terremoto o incendio, hay que salir rápidamente de la vivienda.
En el caso suyo, la casa es de dos plantas por lo que se ingenió un sistema de verjas falsas en una de las ventanas superiores, a efecto de poder salir si la puerta principal quedara aislada en un incendio.
Las verjas abren hacia fuera y tienen ojetes o argollas donde van los candados.
Además, las llaves de esos candados están siempre en un sitio que toda la familia conoce.
En caso de emergencia, las ventanas corredizas dan paso a las verjas y, al abrirlas, se llega a los techos vecinos; al mismo nivel del piso de la planta alta.
También tiene un sensor de humo en el acceso a las gradas, focos y un extintor para controlar algún principio de incendio.
Algunos precios
En las Ferreterías EPA, las lámparas de emergencia cuestan entre ¢12.500 y ¢18.950; hay focos recargables desde ¢2.995 y detectores de humo con precios de ¢7.950 a ¢13.950. Una alarma digital que detecta fugas de gas propano y metano, así como monóxido de carbono, cuesta ¢44.950.
También se ofrecen extintores de polvo químico para casas con valores de ¢11.350 hasta ¢59.500, según el tamaño.
En PriceSmart, las linternas recargables grandes, de iones de litio, cuestan ¢24.995
En otra cadena de comercios venden artículos mucho más baratos, pero no están certificados, por lo que, según Bomberos, no garantizan efectividad.
Un extintor pequeño vale ¢5.200; las lámparas de emergencia, ¢7.300, y las escaleras multiuso plegables, ¢39.500.