Barro estropeó 1.600 casas y 150 negocios en Upala

Damnificados llevan cinco días sacando barro y artículos dañados

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Upala.

Mauricio Moraga renunció, a inicios de este año, a su trabajo en una constructora en San Carlos para abrir una venta de comidas rápidas en el centro de esta ciudad. Sacó un préstamo de ¢5 millones y hace seis meses empezó su sueño.

Empero, el jueves pasado en la noche, su pequeño negocio quedó arruinado por la inundación que generó el río Zapote, cuyo cauce creció debido a las lluvias provocadas por el paso del huracán Otto sobre el país.

Seis días después del evento, Moraga piensa dejar el comercio y regresar a su antiguo trabajo en San Carlos, pues la pérdida fue total.

“Cuando alquilé, nadie me dijo del peligro de inundaciones”, alegó Moraga.

Esta venta de comidas constituye solo uno de los 150 establecimientos comerciales dañados por el huracán en Upala, y a estos se suman 1.600 casas, según Reinaldo Castaño, jefe de Operaciones de la Comisión Municipal de Emergencias.

El funcionario explicó que la mayor perjuicio está en un área de cinco km².

“No hay un comercio en el centro de Upala que se haya salvado; el 100% se vio afectado, desde los pequeños hasta los grandes”, manifestó Castaño.

Otros casos. Luis Fernando Alfaro abrió hace seis meses, junto a cuatro socios, la venta de repuestos de motocicletas y taller Tumoto, a 200 metros del río Zapote.

Allí las pérdidas fueron cuantiosas. Solo se salvaron algunas herramientas. Cuatro motos en reparación quedaron inservibles. “La estamos pulseando para ver si podemos abrir de nuevo. Mientras, hacemos arreglos a domicilio”, dijo Alfaro.

Del taller dependían cinco familias; una de ellas vivía en el mismo inmueble y salió de la vivienda por los destrozos.

Por su parte, Martín Cordero, dueño de una venta de zapatos y quien tiene su casa en la parte de atrás del negocio, dijo que las pérdidas llegan a ¢15 millones. Lo único que se salvó de la zapatería fueron las botas de hule, a las cuales les estaba quitando el barro.

En el supermercado Cadena Comercial Sancarleña se perdió el 90% de la mercadería y se debieron usar cinco camiones para sacar lo que no servía, afirmó uno de los administradores del lugar, quien prefirió no identificarse.

Los restos de esa mercadería eran revisados por vecinos que trataban de recuperar algo.

En el centro de Upala todo es lodo. Cientos de personas luchan por lavar casas y negocios.

Los carretillos y baldes cargados de barro se ven pasar a todas horas y por todo lugar.

En las calles se amontonan muebles, televisores, refrigeradoras y colchones, entre otros bienes convertidos en basura.

Castaño estima que la labor de limpieza les llevará más de un mes, porque el barro esta muy pegado y se tendrá que usar mucha agua para quitarlo. El funcionario agregó que, en años anteriores, Upala se ha visto afectado por inundaciones, pero nunca como esta vez. “El paso del huracán fue algo inédito”, dijo.