Aguas Zarcas deberá convivir con la amenaza de nuevos flujos de lodo

En la parte alta del río, aún hay una gran cantidad de material desprendido de un gigantesco deslizamiento, explica geólogo de la CNE; nueva onda tropical obliga a intensificar trabajos preventivos

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Los vecinos de Aguas Zarcas, en San Carlos, deberán convivir durante varios meses con la amenaza de nuevos flujos de lodo provenientes de un gigantesco desplazamiento de tierra ocurrido en las montañas del parque nacional Juan Castro Blanco.

Así lo explicó el geólogo Blas Sánchez, de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), a las comunidades cercanas a las márgenes del río Aguas Zarcas, al presentar un informe inicial sobre el evento.

Les explicó que se requiere de una constante vigilancia, “pues la cantidad de material que hay en la parte de arriba de este río es considerable y es posible que se sigan dando descensos de flujos de lodo que afecten las partes bajas”.

Sánchez aseguró que el proceso de lavado completo del material durará meses, por lo que instó a los habitantes a tomar las precauciones necesarias.

Aún no se tiene una cifra precisa del tamaño del deslizamiento ocurrido a mediados de julio, pero se estima que el fenómeno se extendió por más de 40 hectáreas de montaña.

Ante este tipo de emergencias, la CNE trabaja con procesos informativos y de educación sobre el riesgo.

Para fortalecer el monitoreo, la Comisión gestiona una estación meteorológica que mida el comportamiento de la lluvia en la parte alta de la montaña. También, se instalarán radios en los puntos más altos del río para lograr una alerta temprana en caso de un nuevo descenso de material.

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El pasado domingo, se vivió la situación de emergencia más intensa, luego de que una cabeza de agua arrasó con más de cinco comercios cercanos al puente sobre el río Aguas Zarcas, en la ruta que conecta con Ciudad Quesada.

Esto dejó pérdidas millonarias para sus dueños y aumentó el temor entre los residentes, debido al crecimiento del cauce del río y al desprendimiento de material.

La CNE intensificó los trabajos de mantenimiento en el cauce del río y mejoró la comunicación con las comunidades afectadas. Esto se debe a la inminente llegada de la onda tropical #23 a Costa Rica este jueves.

Además, se empleó maquinaria de alto tonelaje para contener la cantidad de material que desciende por el río.

Por otro lado, la CNE está brindando apoyo a los residentes de las comunidades de Calle Hernández, Calle Carvajal, Barrio San José y San Rafael, ante la posibilidad de nuevos descensos de material en el cauce del río, especialmente durante la llegada de las lluvias provocadas por futuros fenómenos naturales.