Grecia. Un total de 153 personas que habitan en el barrio San Vicente de Grecia, Alajuela, fueron evacuadas antenoche y trasladadas a los salones pastoral y comunal.
Ayer, 74 personas amanecieron en esos albergues, mientras los demás damnificados se alojaron en viviendas de familiares y amigos.
Los afectados han sufrido por las fuertes lluvias de los últimos meses, por lo que tuvieron que abandonar sus casas ante la posibilidad de que el lugar donde habitan sea afectado por deslizamientos.
Silvia Zamora, de la comisión local de emergencias, aseguró que desde hace algún tiempo trabajan en la zona y hace escasos días efectuaron un censo, con la intención de conocer cuántas familias se mantenían expuestas al peligro.
“Han ocurrido varios deslizamientos en la zona, pero el último fue de gran magnitud. Se consideró que el riesgo que existe es que todo se vaya a un río y con los aguaceros fuertes el terreno se haya falseado más”, aseguró Zamora.
La Municipalidad de Grecia trabaja con el Ministerio de Vivienda para darles casas dignas a las familias en un proyecto habitacional, el cual esperan iniciar el próximo año. Por su parte, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) se comprometió a facilitar el monto del alquiler a las familias mientras se desarrolla el proyecto.
Abandonaron casas. Aunque anteayer ocurrió la mayor emergencia, hace cinco días José Luis Castro tuvo que dejar la casa donde vivía desde hace más de 30 años con sus dos nietos, su hija y el yerno. Su vivienda se ubica cerca de un río y ya una parte de la vivienda está en el aire, por los deslizamientos de tierra que se han registrado.
“Tuvimos que dejar la casa hace varios días. Nos están ayudando con el alquiler de una casa en el centro de Grecia. Como nos queda difícil salir, todos los días venimos a sacar algo y será ya no volver aquí, ya que nos puede llevar el río”, relató Castro con angustia.
Otra afectada es Martha Quesada Agüero, quien tiene casi cuatro años de vivir en la zona. Pese a que hace ocho meses le realizaron una cirugía para extraerle agua del pulmón, el martes a las 7 p. m. dejó su casa junto con su pareja y un bebé de 11 meses, quien padece de asma.
“La Cruz Roja nos sacó de emergencia; vivimos en un cuartito prestado. El lugar se está cayendo y el frío en la noche es terrible. No tenemos otro lugar adonde irnos. Nos quedaremos en el albergue porque no quiero arriesgar la vida de mi hija”, expresó Quesada.