Indignados estaban ayer los pobladores del barrio Cristo Rey de San Cristóbal Sur de Desamparados luego de que desconocidos incendiaran el altar del templo católico de la localidad y las imágenes de Jesucristo y la Virgen María.
El hecho se conoció pocos minutos después de la medianoche. Los vecinos empezaron a apagar las llamas y, cuando los bomberos llegaron, la situación estaba prácticamente controlada.
La capilla fue construida hace aproximadamente 19 años y se ubica en la entrada a La Lucha.
El templo no tiene daños estructurales, pero el cielorraso y las paredes quedaron muy afectados por el humo y el hollín, comentó Wilberth Figueroa, del Cuerpo de Bomberos.
“Cuando llegamos encontramos bancas apiladas. Quemaron el altar y las imágenes. Hay evidencias de que hubo aparente mano criminal”, dijo Figueroa.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) inspeccionaron el sitio y sus alrededores en busca de indicios, con ayuda de un perro entrenado.
La oficina de prensa del OIJ informó de que se sospecha que cuatro sujetos fueron los que ingresaron a la edificación.
Según la Policía Judicial, un vecino observó a uno de los sospechosos, pero se asustó y no pudo reconocerlo. Una lugareña solo pudo describir la ropa de otro de los supuestos involucrados.
Anoche no se reportaban personas detenidas por este caso.
Enojo. Los vecinos de la comunidad mostraron su malestar luego de conocer la noticia.
“Este es un sacrilegio que solo locos lo pudieron hacer o drogadictos”, afirmó Paola Mena.
“Creo que debe ser una venganza. El mal ha hecho que nadie respete nada”, manifestó Byron Molina.
Neftalí Ureña expresó que sospecha de un grupo de jóvenes que tienen problemas de adicción a las drogas y ayer “tenían un escándalo” en el barrio.
Ureña contó que pidió ayuda a la Policía, pero no atendieron con prontitud. “Vinieron cuando ya había pasado (el incendio), aquí estamos atados de manos, no hay seguridad”, agregó.
Hugo Piedra, otro de los vecinos del lugar, calificó el hecho como algo “satánico”.
“Este es un pueblo tranquilo, no me explico lo que pasó”, dijo.
El sacerdote de la comunidad, Ronald León, acompañó a los agentes judiciales en sus diligencias, pero no dio declaraciones.