Cuatro médicos irán a juicio por muerte de maestra en Turrialba

Familia de víctima solicitó cerca de ¢250 millones por daños y perjuicios

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Cuatro médicos del Hospital William Allen, de Turrialba en Cartago, irán a juicio el próximo 16 de mayo por la muerte de una maestra de la Escuela de Pejibaye, cantón de Jiménez.

Según la acusación, los doctores Rojas, Lorincz, Baldares y Otárola, al parecer, faltaron al deber de cuidado y permitieron que la paciente Yorleny Alvarado Quirós, de 28 años, falleciera el 25 de mayo del 2004 de una septicemia por infección pélvica.

Los familiares de la víctima demandaron a los médicos, y solicitaron al menos ¢250 millones por daños y perjuicios.

La Comisión de Malpraxis de la Caja Costarricense de Seguro Social, en el 2004, concluyó: “El cuadro clínico inicial sugería una apendicitis, pero, siempre que se abre la cavidad abdominal es obligatorio explorarla. En el caso, hubo una inadecuada realización, pues la apéndice era normal”.

José Albertino Navarro, defensor público de Otárola, no quiso referirse al tema. Julián Solano, defensor de los otros tres, señaló: “Ese criterio de la Comisión fue cambiado un año después cuando en el debido proceso administrativo se determinó que no hubo mala práctica médica”.

El abogado aseguró que el Consejo Médico Forense del OIJ indicó que no había evidencia científica sobre una enfermedad pélvica inflamatoria.

Ovidio Pacheco, abogado de la familia de la maestra, aseguró que solo le corresponde al Tribunal determinar la verdad real.

Agonía. Marjorie Quirós, madre de la docente, relató que su hija ingresó en ese hospital un viernes en la madrugada por dolor abdominal.

Los médicos le extrajeron la apéndice ese mismo día, y el sábado le dieron la alta. “Mi hija regresó al hospital el domingo porque tenía un dolor insoportable. En Emergencias, una doctora le dijo que tenía gastritis, le puso suero, y la mandó para la casa”, aseguró.

“El martes en la madrugada, mi hija empezó a pegar gritos. Me levanté asustada y corrí a donde estaba. Cuando llegué, vi que le salían chorros de pus de la sutura.

“Llamé una ambulancia y llegamos al hospital a las 3:30 a. m. La metieron a un cuarto y le hicieron exámenes. Después de las siete de la mañana, otro doctor dijo que la llevaran al Hospital Max Peralta, en Cartago”, manifestó.

En ese último centro médico, los cirujanos operaron a la maestra, quien entró en paro cardiorrespiratorio, por lo que ingresó a Terapia Intensiva, con el abdomen abierto, y falleció a las 9:26 p. m. por un shock séptico.