San Carlos. Un taxista informal de 52 años, identificado como Henry Salazar Vargas, fue asesinado de un disparo en el pecho; los hechos sucedieron en La Fortuna de San Carlos .
Según trascendió, el crimen ocurrió a eso de las 10 p. m. del sábado, cuando Salazar estaba en horas laborales.
En palabras de los testigos, el ataque ocurrió cerca de una fábrica de hielo, ubicada en un sector de la comunidad conocido como El Tanque.
Compañeros de trabajo del taxista comentaron a La Nación que, minutos antes del crimen, Salazar recibió una llamada al celular en la que le pidieron que recogiera a una persona en ese sitio.
Aunque había algunas personas cerca, manifestaron que todo sucedió muy rápido y no lograron ver si el asesino, o los asesinos, viajaban en motocicleta o en auto.
Con vida. Tras resultar herido, se presume que Salazar manejó otros dos kilómetros intentando llegar a una clínica para que lo atendieran, pero, cuando iba de camino, perdió el control del vehículo, cayó en un guindo y chocó contra un árbol.
Un testigo señaló que vio cuando Henry Salazar hizo una maniobra para no salirse de la carretera, aunque no lo pudo evitar.
Aún con vida, y por sus propios medios, el hombre logró salir del taxi e intentó caminar hacia la vía; sin embargo, unos minutos más tarde falleció en el lugar.
Sin detenidos. “Yo encontré al taxista en estado agónico; estaba ahogándose en su propia sangre ya que la bala entró en el cuerpo, pero no salió”, resaltó Wálter Solórzano, oficial de la Policía de Tránsito, quien llegó a atender la emergencia.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) todavía no ha capturado a ningún sospechoso ya que hay pocas pistas sobre lo que sucedió.
Por otra parte, prácticamente quedó descartado que haya sido un intento de asalto ya que en la billetera de Salazar se hallaron ¢500.000 en efectivo.
De acuerdo con los agentes judiciales, el vehículo del taxista no tenía ningún impacto de bala. Aparentemente, el balazo fue a quemarropa.
El 27 de octubre fue asesinado otro taxista informal en Puerto Viejo de Sarapiquí, en Heredia.