Serie de violentos homicidios con tortura suma otra víctima

Le envolvieron la cabeza con cinta, le ataron manos y pies y le hicieron cortes

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Trece días después de que la Policía hallara, en Hatillo, San José, el cuerpo de un hombre con una bolsa negra en la cabeza y marcas en las muñecas, como si hubiese sido atado, ayer apareció otra víctima en condiciones similares.

Esta vez, se trató de un hombre, de entre 30 y 35 años, con signos de tortura: tenía los pies atados hasta las rodillas con cinta adhesiva transparente, al igual que sus manos, y la cabeza envuelta desde el cuello, también con cinta.

El hecho fue descubierto por los vecinos de la finca Pijagua, quienes alertaron, hacia las 8 a. m., de que había un cadáver, bocarriba, a la orilla de una servidumbre de paso, ubicada un kilómetro al norte de la Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA) en Granadilla Norte de Curridabat, frente al campo de golf Monterán.

Según informó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el cuerpo tenía cortes de piel en el brazo, en la espalda, a la altura de las escápulas, y en la región costal, con los huesos expuestos.

A unos 25 metros de donde estaba el cadáver, los forenses observaron un cuchillo de cocina tirado entre la vegetación, así como una especie de envoltorio de papel periódico. Ni el papel ni el arma blanca tenían manchas visibles de sangre.

De hecho, la Policía sospecha que el sujeto fue asesinado en otro sitio, ya que en el lugar del hallazgo no había sangre.

Sin embargo, la víctima tenía la cabeza ensangrentada, al parecer, a consecuencia de los golpes que recibió.

El hombre vestía una camisa anaranjada, con las letras “Aero” en el frente, un short blanco, faja negra de cuero y calcetas blancas. Las autoridades lo describieron como trigueño, delgado, de pelo corto y barba tupida.

Pesquisa. Con este hecho, ya serían cinco las víctimas que han aparecido, en poco más de un mes, torturadas, amordazadas y maniatadas, lo que revela la violencia de los homicidas y un modo de operar del crimen organizado.

Así lo explicaron los jerarcas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Francisco Segura, y del Ministerio Público, Jorge Chavarría, en una publicación de La Nación el domingo anterior.

Ahí decían que la mayor parte de esas muertes están vinculadas al narcotráfico.

Sin embargo, Segura afirmó ayer que, en este último hecho, no pueden hablar todavía de narcotráfico, ya que la investigación apenas empieza y ni siquiera han podido identificar al fallecido.

En el sitio, un taxista contó a los agentes judiciales que este jueves, hacia las 4 a. m., pasó por ese lugar y observó, justo en la entrada hacia la servidumbre donde fue encontrado el cuerpo, un automóvil similar a un Chevrolet Chevy 500 y varios sujetos a su alrededor.

Los agentes del OIJ realizaron el levantamiento del cuerpo hacia las 10:20 a. m. y lo trasladaron a la Medicatura Forense para la autopsia correspondiente y que se determine la causa de muerte.