San Carlos. Un niño de nueve años les reveló a tres asaltantes el sitio donde se guardaba el dinero de un abastecedor, a cambio de que no le dispararan a la dueña: su abuela Mayra Vásquez Castillo, de 56 años.
El atraco se registró antenoche, poco antes de las 9 p. m., en el negocio ubicado en La Tigra de San Carlos, a unos 26 kilómetros al noroeste de Ciudad Quesada.
Según la versión de Vásquez, uno de los asaltantes le advirtió en voz alta de que la atacaría a balazos si no le entregaba el dinero que mantenía guardado.
De seguido, el delincuente le apuntó con el revólver en el estómago y le repitió que no dudaría en dispararle si no les daba “todos los billetes”.
En medio de la tensión, el menor se dirigió al encapuchado para indicarle que le diría donde estaba el dinero, pero que “por favor no le hiciera daño a la abuela”. Cuando el sujeto dejó de amenazar a la mujer, el niño le señaló el sitio.
Los ladrones huyeron del lugar con ¢1 millón en efectivo.
Las amarraron. Antes de escapar, los sujetos dejaron amarradas a la abuela y a su hija Yorleny Ulate, de 38 años, mientras que los dos niños que presenciaron el incidente no fueron víctimas de ninguna agresión.
Las ofendidas calculan que los delincuentes permanecieron dentro del negocio por unos 10 minutos, tiempo en el que revolcaron gavetas y muebles.
“Me sentí indefensa, vulnerable, a expensas de los sujetos. Sinceramente no lo quiero recordar”, manifestó Vásquez, quien alabó la serenidad de su nieto.
Agregó que su preocupación era lo que los ladrones harían con sus pequeños nietos, ya que daba por un hecho que a ella y a su hija sin duda les dispararían.
Una vez que encontraron el efectivo, los tres maleantes escaparon en un automóvil Honda Accord de un color oscuro, el cual luego abandonaron a unos 50 metros del abastecedor.
Con este caso ya suman 45 los asaltos cometidos desde mayo en la zona de San Carlos.
Ese tipo de delitos aumentó a partir de noviembre. Solo el jueves pasado hubo dos y el viernes se registró otro asalto más.
Se estima que desde el 15 de mayo anterior, los delincuentes han sustraído unos ¢246 millones en efectivo de entidades financieras, almacenes, restaurantes y centros turísticos, entre otros.
Algunos vecinos, como Baudilio Rodríguez, de Ciudad Quesada, decidieron armarse. Él ya tramita su permiso de portación.