‘Muchas veces pensé en vengar la muerte de mi hija’

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Colonia Victoria, Sarapiquí. “Los primeros cinco años fueron muy duros, dolorosos, de mucha tristeza y de enormes deseos de cobrar venganza ...

”Reconozco que muchas veces pensé y, hasta llegue a planear la muerte del hombre, al que sigo considerando el asesino de mi hija. Al final, no lo hice y ya deseché esa tontera, para no afectar a mis otros dos hijos, que mucho han sufrido con lo sucedido”.

Así, de forma directa habló Maribel Retana Rojas, de 40 años, sobre el asesinato de su hija Josebeth Retana Rojas, quien tenía seis años, ocurrida el 5 de setiembre del 2005, en Ticarí de Horquetas de Sarapiquí, Heredia.

Retana, quien ahora vive en Colonia Victoria de Sarapiquí, contó que muchas noches y madrugadas lloró y oró para no ejecutar lo planeado.

“Estaba llena de odio y rencor, pero Dios me escuchó y hoy comprendo que haber echado marcha atrás ha sido la mejor decisión de mi vida”, afirmó.

Esta ama de casa manifestó que la desaparición física de Josebeht le dio un giro a su vida.

“Nunca pensé que eso podía pasarme. Fue como si me hubieran operado sin anestesia, pero si bien perdí a mi chiquita, eso también me sirvió para acercarme a Dios y, hoy, espiritualmente me siento muy bien. Hoy me siento menos impulsiva, más serena, menos confiada y trato de atender los problemas con más objetividad”, agregó.

Maribel explicó que ese cambio espiritual le permitió perdonar al sospechoso del crimen.

“Sí, ya lo perdoné. Por él solo siento lástima, pero espero que se haya arrepentido por la atrocidad que cometió. Quizá aquí en la Tierra no pague por lo que hizo, pero tengo seguridad de que con Dios sí habrá justicia”.

Imposible olvidar. A casi nueve años de la partida de Josebeth, su progenitora dijo que es imposible olvidarla.

“El caso de la niña que hace una semana desapareció en Heredia ha revivido la angustia y el drama que sufrí cuando desapareció Josi . Es como pasar una película una y otra vez. Este nuevo hecho me tiene muy impactada y espero que a esa chiquita la encuentren con vida. Si pudiera, iría a buscarla, conjuntamente, con las autoridades”, expresó.

Agregó que no le gusta estar sola en la casa, pues siente como si Josebeth estuviera ahí. Además, dijo que algunas noches ha despertado sobresaltada sintiendo que la niña está durmiendo a su lado: “Es una sensación que no puede describir”.

Maribel Retana todavía guarda algunos recuerdos de Josebeth. Se trata de los primeros dibujos que la niña hizo en la Escuela de Ticarí, un osito de peluche, que fue el primer regalo que le dieron cuando tenía dos años y la fotografía que le hicieron semanas antes de la muerte.

“Toda la ropita se la di a mi mamá para sufrir menos. No se puede olvidar lo que tanto amé”.