Pococí. La autopsia a una menor de 16 años, cuyo cuerpo desnudo apareció el jueves en Bella Vista de Guápiles, en Pococí, Limón, reveló que antes de morir fue torturada.
Michael Soto Rojas, subdirector a. i. del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), dijo que el cuerpo de la víctima, de apellidos Fallas Mora, presentaba quemaduras hechas con cigarrillos y con esperma de candelas. Además, confirmó que en el rostro y otras partes del cuerpo mostraba golpes que podrían haber sido hechos con un objeto romo (sin puntas o filos) o con los puños.
El jefe policial explicó que las agresiones fueron practicadas horas antes del deceso.
Sobre la causa de muerte, dijo que fue mediante asfixia mecánica; es decir, fue estrangulada con las manos.
En cuanto al móvil del homicidio, todavía es incierto.
Sin embargo, desde el jueves a las 3 p. m., agentes del OIJ detuvieron a cuatro jóvenes (tres hombres y una mujer), todos de 18 años, como los sospechosos de perpetrar el crimen.
Se trata de tres hombres costarricenses, de apellidos Flores Chacón, Molina Suárez y Hernández Artola, y una mujer de nacionalidad panameña, apellidada Santana Cortés.
Pandilla. Michael Soto dijo que tanto los imputados como la víctima llevaban varias semanas de convivir en una casa en la urbanización Los Bovinos, en Toro Amarillo de Guápiles.
Mencionó que los mayores de edad fueron detenidos por la Fuerza Pública en diversas ocasiones, como sospechosos de asaltos a peatones. Incluso, dijo que el domingo anterior, al grupo se le decomisó una escopeta, cuando viajaban en un vehículo.
El jefe policial agregó que algo tuvo que haber pasado a lo interno del grupo, para que los adultos tomaran la decisión de quitarle la vida a la menor.
Soto dijo que la presunción es que el homicidio ocurrió dentro de la casa en Los Bovinos y que, después, alguno de los imputados llamó a un familiar para que le prestara el carro para “una diligencia”, la cual fue llevar el cuerpo, la madrugada del jueves, y lanzarlo a un guindo en Bella Vista. El vehículo fue decomisado por la Policía.
Michael Soto manifestó que anoche, personal especializado iba a revisar la casa para tratar de ubicar cabellos, rastros de sangre y otros elementos probatorios.
La Policía no tenía claro cuál de los sospechosos fue el ejecutor del homicidio.