Mamá de niña Josebeth Retana: ‘La esperanza de dar con el asesino me mantiene viva’

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Maribel Retana Rojas pasó de la decepción a la esperanza, luego de que le informaran de que el caso por el asesinato de su hija Josebeth Retana, de 8 años, prescribirá hasta en el 2025.

La madre contó, en entrevista con La Nación, que cuando se creyó que el expediente se archivaría este año, sintió “un dolor indescriptible, porque sintió que nunca se iba a hacer justicia por el crimen”.

Sin embargo, tal sentimiento desapareció esta semana. “La esperanza de dar con el asesino es lo que me mantiene viva, de pie”, dijo Retana.

Aseguró que esto le da más fe y esperanza, pero, al mismo tiempo, reconoció que hay momentos en los cuales sigue pensando que todo está perdido.

Preparada. Retana, de 36 años, dice sentirse mentalmente preparada para volver a afrontar el calvario que sufrió cuando la investigación recién comenzaba.

“Estos días le he pedido a Dios que si la investigación se reabre, no me deje caer. Como madre, es casi imposible aceptar que la persona que mató a mi niña no irá a prisión, que seguirá en la calle y que en cualquier momento podría hacerle lo mismo a otra menor”, expresó Retana.

Ella espera reunirse en los próximos días con las autoridades judiciales para que le informen sobre el futuro inmediato del caso.

También indicó que el apoyo de mucha gente para que siga luchando es una fuente de motivación. “Primero, el apoyo de Dios, el de mi familia, y ahora, el de muchos vecinos que han compartido mi sufrimiento o calvario”, concluyó la mamá.