Los cuerpos de dos mujeres asesinadas a balazos aparecieron este sábado, hacia las 9 p. m., en un predio en San Sebastián.
Las víctimas se encontraban dentro del residencial Mayorca, a la orilla del lote baldío, y estaban esposadas, con cinta en la boca y con bolsas en sus cabezas, señaló Wilberth Solano, jefe de la Fuerza Pública de Hatillo.
La Policía fue alertada, tras una llamada al sistema 911, de que había habido múltiples disparos en el barrio. Cuando los oficiales llegaron, observaron los cadáveres, uno a la par del otro.
Según el OIJ, tienen entre 25 y 35 años, y son de contextura media, piel trigueña, y pelo negro por los hombros. Una vestía un enterizo de mezclilla y un suéter gris; la otra, un pantalón de mezclilla, camiseta negra y chaleco rosado.
Esta última tenía un tatuaje con el nombre Haydee en la parte baja de la espalda y otro de una mariposa en la pierna izquierda.
Las autoridades investigan si las mujeres ya habían sido asesinadas antes de dejarlas en el sitio o si, por el contrario, llegaron vivas hasta allí y les dieron muerte.
Se cree que por la forma en que ocurrió el homicidio, se trataría de una venganza.
Según la versión de algunos vecinos, quienes se reservaron su identidad, se escucharon unos diez balazos y, luego de esto, un automóvil escapó del sitio, con la particularidad de que la mufla generaba un fuerte sonido.
Los lugareños coincidieron en que no se escucharon gritos de auxilio en ese momento.
Autopsia. El juez a cargo del levantamiento de los cuerpos ordenó que los llevaran tal y como estaban, pues en el momento del hallazgo caía un fuerte aguacero, por lo que había riesgo de que se perdieran evidencias.
Ayer, las dos mujeres fueron trasladadas, aún con las bolsas en la cabeza, hasta la Medicatura Forense y se estaba a la espera de que un equipo de especialistas analizara las evidencias y que el médico realizara la necropsia para determinar la causa de muerte.
Durante la noche, el lugar quedó bajo custodia policial, hasta que ayer en la mañana llegaron al sitio varios agentes judiciales, quienes reinspeccionaron la escena por horas, bajo el sol y con el eco de los cánticos de la misa de la iglesia católica de Sagrada Familia.
Según se informó, los forenses realizaron un raspado de tierra y zacate, junto con oficiales de la Fuerza Pública, para revisar minuciosamente si había más indicios, como elementos pilosos (cabello), para esclarecer el crimen.
La zona del hallazgo es un área residencial con muchas casas alrededor, incluso de dos plantas, que tienen amplia visibilidad a ese punto, que se ubica frente a un parque abandonado, por el que se comunica a Sagrada Familia, y hay dos rutas de escape para vehículos.