El asesinato del fiscal de Flagrancias de Heredia, Hans De la O Solís, motivó la conformación de un equipo especial de trabajo en aras de determinar si el crimen obedece a funciones propias de su labor.
El funcionario, de 49 años, murió la madrugada del jueves en el Hospital San Juan de Dios, luego de recibir seis balazos cuando llegaba en carro a su casa poco después de la medianoche.
El abogado salió de su trabajo a las 11 p. m. del miércoles, hora común en materia de Flagrancia. Fue atacado una hora después, aproximadamente, cuando estaba entrando al garaje de su casa, en la urbanización El Jardín, en Calle Fallas de Desamparados, San José. Iba a bordo de su vehículo, un todoterreno marca BMW, modelo X5, del 2007.
Fue en ese momento cuando el o los homicidas se acercaron para dispararle a corta distancia con un arma nueve milímetros. El cuerpo presentaba disparos en la frente, el cuello, la mejilla izquierda, hombro y brazo izquierdos, precisó la mañana de este jueves, Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Ya herido, De la O chocó el carro contra una pared de la vivienda. Esto permitió que su madre, de 78 años, se despertara y pidiera ayuda a los vecinos, relató el jerarca policial.
El fiscal fue trasladado inmediatamente al CAIS Marcial Fallas y de ahí al Hospital San Juan de Dios, centro al que ingresó a la 1:18 a. m. Según la oficina de prensa del hospital, el paciente fue llevado a la sala de Neurocirugía y el deceso se reportó a las 4:10 a. m.
Equipo especial
Emilia Navas Aparicio, fiscal general interina, afirmó que el Fiscal Adjunto de Crimen Organizado, Miguel Abarca, encabezará el equipo que va a trabajar con el Organismo de Investigación Judicial para determinar cuál fue el móvil.
El OIJ realizó una meticulosa reconstrucción de los hechos en la vivienda la mañana de este jueves, en busca de huellas u otros indicios, así como para evaluar la trayectoria de las balas, lo cual complementarán con la autopsia. También se buscan cámaras de seguridad cercanas.
De momento, no se sabe como huyeron los asesinos, pues no hay testigos.
Para la Policía Judicial es fundamental establecer el móvil del crimen. Por ahora se analiza si factores personales mediaron en el hecho, si más bien fue un intento de asalto, o si se debió a funciones propias del cargo como fiscal.
“De ser así, (un ataque directo a un fiscal en razón de su oficio), estaríamos frente a un hecho que sobrepasaría límites que no pueden rebasarse una vez más: no permitiremos que se debilite al Ministerio Público con este tipo de actos que tienen como finalidad amedrentar a los funcionarios y funcionarias que día a día cumplen con su deber”, advirtió en el documento la fiscal Navas.
El robo del carro se indaga, pero pierde fuerza, pues el vehículo no es de los más buscados por el hampa. Este año, dijo el jefe policial, solo han recibido reportes de dos sustracciones de este tipo de vehículos.
La tesis de una venganza por algún caso judicial también confronta a los investigadores, ya que, según Wálter Espinoza, "ahí no se conocen casos de crimen organizado, ni asuntos de probidad, ni casos que tengan algún tipo de complejidad que los haga riesgosos", explicó.
Empero, según Emilia Navas, De la O logró, en varias ocasiones, que sus investigaciones derivaran en condenas penales por parte de Juzgados.
La Policía no tiene reportes de que al funcionario lo hubiesen amenazado. No se conoce ningún caso de especial relevancia que estuviera trabajando.
Historial profesional sin sanciones
Hans De la O tenía su expediente laboral limpio. Estaba nombrado desde el 2005 en propiedad en el Juzgado de Tránsito del Primer Circuito Judicial de San José y recibió numerosos nombramientos temporales (interinos) en distintos despachos del país para ejercer como fiscal.
Mauricio Boraschi, jefe de fiscalías territoriales, dijo que De la O laboró en Atenas, San José, Garabito, Puriscal, La Unión, Puntarenas, Pavas y en fiscalías como la Agraria Ambiental y la de Inspección Fiscal.
En este año trabajó en San Joaquín de Flores, Grecia, San Ramón y la Fiscalía de Flagrancia de Heredia.
Boraschi agregó que lo ocurrido no va a detener el trabajo que venía haciendo Hans de la O en la Fiscalía de Flagrancias de Heredia.
Acotó que no existen reportes de amenazas actuales contra otros fiscales.
Este jueves, equipos interdisciplinarios de la Oficina de Atención y Protección a la Víctima, del Ministerio Público, con profesionales en Psicología, Derecho, Criminología y Trabajo Social, atendieron a los familiares del fiscal, así como a sus compañeros de trabajo en Heredia.
Emilia Navas estuvo en Heredia y participó en una reunión con 30 funcionarios a los que pidió serenidad y ecuanimidad mientras se lleva a cabo la investigación.
El fiscal adjunto de la Unidad de Protección y Atención a Víctimas y Testigos, Róger Mata, atendió desde la madrugada de este jueves a la familia del fallecido y también un equipo estuvo en la Fiscalía de Heredia, por medidas de seguridad.
Juan Carlos Rojas, vecino de la víctima, se mostró conmovido por el asesinato, ya que conoce al fallecido desde que era un niño.
Dijo que el sábado lo vio por última vez y quedaron en reunirse el fin de semana para adornar un árbol de Navidad. Afirmó que a las 6 a. m se enteró del suceso y ahora se aprestan a asistir al funeral de su amigo este viernes.
Lío entre jueces en Pococí es único antecedente
El diciembre del 2012 en Pococí, Limón, se dio un ataque a balazos contra un juez, hecho que, según las investigaciones, fue por líos personales con un colega suyo.
Esa vez el juez coordinador del Tribunal Penal de Pococí, Jorge Paisano Saborío (45 años), fue víctima de un atentado contra su vida cuando se dirigía hacia su oficina a las 7:10 a. m.
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Paisano, con 15 años de experiencia, conducía su auto, marca Mitsubishi, frente a la estación de Servicio Total en la salida a la carretera Braulio Carrillo, cuando dispararon contra el vehículo. Aunque los disparos dieron en el asiento, el funcionario judicial salió ileso.
Después se supo que otro juez, de apellidos Lizano Córdoba, había organizado el ataque y fue detenido por intento de homicidio,
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El fiscal adjunto de la Fiscalía General de ese entonces, José Pablo González, explicó que Lizano contrató a un limonense de apellido Guido para que planeara el ataque. El sujeto era dueño de una compraventa en Limón, donde se decomisaron 19 armas de fuego.
Guido, a su vez, realizó un enlace con otro limonense de 27 años, apellidado Núñez, quien se encargó de contratar a los gatilleros, de apellidos Víquez, Platero y Alfaro, para que perpetraran el asesinato de Jorge Paisano Saborío.
El OIJ no informó de otras agresiones de esta gravedad contra funcionarios judiciales.