Un cuidacarros identificado como Marco Villalobos Arias, de 45 años, fue asesinado de un balazo en el abdomen, la noche del sábado, cuando defendió a dos mujeres quienes estaban siendo asaltadas.
El suceso se dio a eso de las 8 p. m., en las afueras del bar Micheladas, en Moravia de San José, donde Villalobos laboraba desde hace dos meses.
El fallecido era vecino de la ciudadela Ana Frank, ubicada en Purral de Guadalupe, San José. Él vivía en compañía de su madre y sus hermanos.
Además, era padre de un muchacho de 16 años, quien vive con su mamá en Puriscal.
Según el informe preliminar el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Villalobos se percató de que un sujeto estaba asaltando a dos mujeres, por lo que se dirigió hacia ellas para ayudarlas. No obstante, en ese momento, el agresor sacó un arma de fuego y le disparó. Posteriormente, el maleante huyó a pie.
Villalobos quedó tendido en el suelo, a un costado de un basurero. La ambulancia tardó alrededor de media hora en llegar a la escena. Luego lo trasladaron al Hospital Calderón Guardia, en donde murió.
La Policía Judicial encontró en el lugar el casquillo de un arma calibre 9 milímetros.
Héctor Flores, trabajador del bar, comentó que las dos mujeres habían salido del bar minutos antes del incidente.
Además, expresó: “Marcos era un compañero más, era una persona especial, muy servicial con todas las personas. Todos lloramos su muerte en el bar. Por ser un héroe, lo mataron”.
Dos meses como guarda. Noemy Villalobos, hermana de Marcos, contó que él era el segundo hijo de una familia de siete hermanos.
También relató que su hermano era ebanista, pero que desde hace dos meses empezó a cuidar vehículos en las afueras del bar porque tenía varios meses sin conseguir trabajo.
“Él estuvo muy mal, sin trabajo por mucho tiempo. Ahora estaba guardando dinero para mandarle a su hijo, quien tiene un problema de salud”, comentó la familiar a La Nación.
“Él comentaba que estaba contento trabajando ahí, en esos dos meses no tuvo problemas con nadie, más bien ayudaba a cerrar el local y se llevaba muy bien con los trabajadores”, recordó.
Generalmente, el cuidacarros trabajaba en ese lugar entre las 3 p. m. y 1 a. m.
“Era una persona que tenía su carácter, pero era de esas personas que se lleva bien con la gente; todos los vecinos le tenían mucho cariño”, dijo la hermana.
Sobre la forma en que murió, Villalobos resaltó que para ellos falleció como un héroe y trabajando honradamente, a pesar de la difícil situación económica por la que estaba pasando.
“Ayer (sábado) lo vi antes de que se fuera a trabajar, estaba con una cara de paz. A mi hermano no lo mataron robando, lo mataron trabajando, defendiendo a unas muchachas”, concluyó Noemy.
Carmen Barrantes, expareja y madre del hijo del fallecido, comentó que a Villalobos los recuerda como una persona trabajadora, a la que la gente le tenía aprecio y siempre estaba atento a un buen servicio.
El funeral de Villalobos se hará este lunes en el cementerio Metropolitano, en Pavas.