Chanceros acuden a armas y custodia para repeler asaltos

Este año, entre enero y octubre, 30 chanceros han sido víctimas del hampa

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Los constantes asaltos obligan a los vendedores de chances y lotería, que laboran en San José, a andar armados o a contratar custodios.

Así lo reconocen los comerciantes que laboran frente a la instalaciones de la Junta de Protección Social (JPS), en el distrito josefino Hospital.

Este miércoles, frente a estas oficinas, el guardaespaldas de un vendedor mayorista mató a balazos a dos supuestos asaltantes que, momentos antes, lo amenazaron con un arma de fuego y dispararon, sin herirlo. Solo deseaban amedrentarlo.

Los fallecidos fueron Edgardo Miguel Vanegas Morales, de 27 años, y Cristian Hernández Jiménez, de 32.

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que, hasta ahora, la pesquisa indica que el custodio, quien tiene permiso para portar armas, actuó en legítima defensa, por lo cual no se presentarían cargos.

La Fiscalía espera el informe de la Policía Judicial para llegar a una conclusión.

Protección. ¿Qué ha llevado a los chanceros a utilizar armas de fuego?

Los billetes de lotería y su dinero son muy apetecidos por los maleantes, dijeron durante un recorrido hecho por La Nación.

“A mí me han asaltado cuatro veces en Guápiles. La primera vez me dejaron encerrado en la cajuela de mi carro en una montaña. Luego, en el centro de Guápiles, varios asaltantes me robaron la mercadería y huyeron en una moto. Yo estaba buscando a un policía; en eso volví y me los volví a topar; me metieron un balazo en la garganta”, relata Arnulfo Montero, de 57 años.

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En esa ocasión, el chancero tuvo tiempo de disparar, y mató a uno de los ladrones. Luego del enfrentamiento, acudió en busca de atención al hospital.

“Debemos andar armados por seguridad. Toda la vida he tenido arma”, afirma este vendedor quien el año pasado pagó a un guardaespaldas ¢120.000 para que lo acompañara a devolver algunos billetes de lotería.

Otros chanceros manifiestan tener menos recursos económicos para pagar protección; por tanto, se defienden con sus propias armas. Este es el caso de Hernán Soto.

Una vendedora, quien se identificó solo como Elena, asegura que más del 90% de los chanceros con puestos frente a la JPS andan armados.

Para el vendedor Alfredo Loría, de 28 años, en “todo lado” existe riesgo para quienes se dedican a esta labor.

“Yo me la juego con un revólver y la bendición de Dios”, dice.

Víctimas. Según un informe de la Unidad de Análisis Criminal del OIJ, 30 chanceros presentaron denuncias por atracos entre enero y octubre de este año.

De esos casos, 11 ocurrieron en la provincia de San José.

En ese periodo, en el distrito Hospital se produjeron, en total, 317 asaltos.