Un nuevo fraude se desarrolla en las calles del país. Lo que resulta curioso es que, a diferencia de las incidencias usuales reportadas, en este caso los roles generacionales se invertieron, ya que los autores de estas estafas son personas mayores, incluso de la tercera edad, mientras que sus principales víctimas son jóvenes.
El modus operandi de esta estafa es sencillo e involucra a dos estafadores, con edades comprendidas entre los 56 y 68 años, y alguna víctima joven un joven de entre los 15 y 23 años, según el perfil divulgado este lunes por el Ministerio Público, en su programa Frecuencia MP.
En primera instancia, uno de los adultos mayores selecciona a un joven y se acerca para entablar una conversación. Después de unos minutos de intercambio, le explica que no es oriundo de San José y que se encuentra en la capital con el propósito de canjear supuestos billetes de lotería, pero que no sabe cómo llevar a cabo ese procedimiento.
En este punto, un segundo adulto mayor entra en la escena y se ofrece a cambiar uno de los billetes premiados. A modo de garantía de que regresará, deja sus pertenencias con el primer adulto mayor. Tras supuestamente concretar el cambio del premio, regresa con el dinero y el primer adulto mayor le regresa sus pertenencias; además, como parte de la compensación, le cede una porción del premio.
En esta fase, al haber sido testigo de los acontecimientos, el joven deposita su confianza en el adulto mayor y se ofrece a intercambiar el otro billete. En muestra de que volverá, el joven deja algunas de sus pertenencias, como carteras, billeteras, bolsos, celulares, joyas e incluso bicicletas.
Cuando el joven intenta cambiar el supuesto billete premiado en una ventanilla oficial o clandestina, se percata de que se trata de una falsificación, por lo que retorna al lugar donde se encontraban los adultos mayores. Sin embargo, no logra ubicarlos y termina perdiendo sus pertenencias, convirtiéndose en víctima de un engaño o fraude.
Polette Nájera Morales, Fiscal de la Unidad de Trámite Rápido de la Fiscalía Adjunta del Primer Circuito Judicial de San José, compartió una explicación acerca de este tipo de artimaña durante su participación en el programa radial Frecuencia MP, transmitido por Radio Columbia.
Según Nájera, esta estafa se lleva a cabo en lugares públicos, en su mayoría en zonas altamente concurridas y en horarios que coinciden con las rutinas de estudiantes y trabajadores jóvenes.
“Como son personas jóvenes que vienen saliendo o entrando al colegio o a la universidad, (los timos) se dan de entre 9 de la mañana a 3 o 4 de la tarde”, afirmó la experta, basándose en las investigaciones realizadas por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
La fiscala indicó que San José constituye el epicentro de los informes sobre estos delitos, especialmente en las avenidas y parques más concurridos. No obstante, la investigación reveló que esta misma estafa también fue perpetrada en zonas alejadas del centro de San José, como San Ramón y Pérez Zeledón.
Conforme a las conclusiones del OIJ, Nájera explicó que muchas de las jóvenes víctimas optan por no denunciar estos engaños “porque les da vergüenza”, lo que contribuye a la repetición de estas estafas. “Entre más denuncias tengamos en el Ministerio Público, estas personas (los estafadores) que han sido condenadas por más delitos se les puede incluso solicitar a un tribunal en juicio o imponer una pena mayor a los dos meses de prisión”. explicó.
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Otros timos callejeros
Otras artimañas callejeras también están en juego. El engaño relacionado con los falsos billetes de lotería no es el único al que los transeúntes están expuestos. Según la experta, las autoridades tienen constancia de casos en los que los adultos mayores ejecutan engaños similares, aunque en lugar de solicitar el cambio de billetes de lotería, piden cambiar una supuesta letra de cambio o falsos accesorios de oro.
Incluso, los alrededores de los centros de Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) no están exentos de la presencia de estafadores. Durante su intervención, Nájera destacó que se registraron numerosas denuncias por fraudes menores dirigidos a individuos que buscan obtener una licencia de conducir.
En tales situaciones, el estafador se acerca a la persona interesada en tramitar la licencia y ofrece su ayuda para “agilizar” el proceso. Luego, solicita el teléfono celular para tomar una fotografía, supuestamente destinada a la licencia, y desaparece con el dispositivo, dejando tras de sí un documento inexistente. “Incluso varios de los afectados nos han informado que realizaron transferencias mediante Sinpe Móvil desde sus cuentas a otras cuentas bancarias”, puntualizó la funcionaria.
Nájera hizo hincapié en que una persona que realmente necesite ayuda no exigiría pertenencias como garantía. Asimismo, enfatizó en que ningún procedimiento oficial se efectúa en la vía pública.