Un total de 36 adolescentes fueron denunciados por compartir fotografías de menores desnudas desde el 2014 a la fecha.
Según información brindada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), las ofendidas y los victimarios tenían edades entre los 13 y 17 años.
La Policía Judicial indicó de que los imputados suelen ser personas de confianza, generalmente son compañeros de colegio. Basándose en esa relación, ellos operan de dos maneras: la primera es que empiezan a seducir a las víctimas al punto de que les solicitan esas imágenes y ellas se las envían.
La segunda es que generan "presión social" sobre las muchachas, al indicarles que "otras compañeras" sí les pasan fotografías. "Tenemos un deseo imperante de caerle bien a otras personas, tenemos una necesidad de afecto bastante importante. Este tema no abarca posición social, ni educación. Eso hace que muchas veces ellas accedan de alguna manera. Hay una presión de grupo que se da; hay como una especie de peligrosa moda", comentó Randall Bonilla, jefe de Unidad de Sección Penal Juvenil del OIJ.
Segun Bonilla, hasta el momento no se ha podido comprobar que los victimarios extorsionen a sus víctimas. Por el contrario, lo hacen para sentirse "empoderados al tener fotografías de mujeres desnudas".
Cuando les llegan esas imágenes, los jóvenes suelen compartirlas con sus amigos en diferentes aplicaciones, como WhatsApp, o en redes sociales, como Facebook y Snapchat.
Pero, en algunas ocasiones, la fotografía se llega a difundirse de tal manera que es publicada por desconocidos en páginas web dedicadas a la pornografía.
Trabajo y preocupación constante
Para evitar que menores de edad sean víctimas de esta situación, el OIJ pidió a los padres de familia estar atentos y establecer una relación de mucha confianza con sus hijos.
"Si es necesario, tengan las claves de las redes sociales de ellos. Revísenlas de manera constante para que sepan en qué andan ellos y también tengan mucha comunicación entre ustedes", señaló.
El OIJ confirmó que ha detenido a adolescentes que se dedican a esto. Sin embargo, no precisó la cantidad de capturas. Lo que sí indicó es que, algunos de esos procesos, terminaron en condenatoria.
Bonilla explicó que los jóvenes que realicen estos actos se exponen a una pena de cárcel de entre uno y tres años.
Por su parte, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) instó a la ciudadanía a que, en caso de conocer un caso de estos, lo denuncien directamente con ellos al teléfono 1147 o, bien, al sistema de emergencias 9-1-1.