Cortocircuito deja en la calle a 90 personas en Purral

Seis bomberos resultaron afectados por inhalación de humo y golpes

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Con la mirada fija y las lágrimas humedeciéndole el rostro, Christian Mora veía ayer cómo las llamas devoraban, en cuestión de minutos, la casa que con tanto esfuerzo había levantado.

“¡Vamos, vamos! Traigan agua o un balde, por favor. ¡Todo se nos está quemando!”, gritaba Mora, mientras ayudaba a apagar el fuego que consumió 18 ranchos la tarde de ayer en Purral, Goicoechea.

Al igual que él, otras 89 personas se quedaron sin techo luego de que un cortocircuito en el tomacorriente de una refrigeradora provocara el incendio.

El fuego se inició a eso de las 12:25 p. m. en la urbanización La Lupita, en Purral de Goicoechea.

Según Héctor Chaves, director de Bomberos, el cortocircuito provocó que las llamas arrasaran 576 metros cuadrados.

“Por la rápida acción que tuvimos, logramos evitar que otros 1.140 metros cuadrados aledaños se quemaran”, indicó.

Evelyn Paniagua, afectada, señaló que ningún vecino logró sacar las pertenencias de los ranchos.

“Yo no estaba en la casa cuando pasó eso. Cuando me di cuenta, me vine en carrera, pero ya no había nada que hacer. Todo estaba quemado. No logré sacar ni los electrodomésticos ni la ropa”, contó.

Afectados. La Cruz Roja informó de que seis bomberos resultaron afectados por la inhalación de humo y golpes al escombrar el lugar.

Además, los paramédicos atendieron a dos vecinos de la zona que sufrían los efectos del humo y tenían unas pequeñas cortadas en los brazos.

“Eran una señora y un señor que se lastimaron cuando nos ayudaban a quitar escombros”, comentó el director de Bomberos.

Difícil labor. Chaves aseguró que controlar el incendio fue un trabajo complicado debido a la ausencia de hidrantes en la zona.

“En este tipo de lugares no contamos con hidrantes. Por eso tuvimos que llevar un camión cisterna, y eso, unido a las calles angostas y la colindancia entre las casas, hizo que el proceso de controlar el fuego fuera más lento ”, mencionó.

Agregó que, en lo que va del año, se han quemado 32 precarios. En el 2011 fueron 43.

“Falta que pasen los últimos meses del año, que son los más críticos. Los incendios en estos lugares dejaron, el año pasado, 891 afectadas y 15 muertos. En lo que va del 2012, 795 personas se han quedado sin casa y 17 han fallecido”, dijo.