El sistema penitenciario del país está listo para que los reos homosexuales reciban a sus parejas en visitas íntimas, según lo autorizó la Sala IV el miércoles, afirmó el director de Adaptación Social, Eugenio Polanco.
La Dirección General de Adaptación Social es la dependencia del Ministerio de Justicia que administra los centros penales.
Los magistrados de la Sala, por mayoría, declararon inconstitucional una norma del Reglamento Técnico del Sistema Penitenciario que permitía la llamada visita conyugal solo entre un hombre y una mujer.
El canciller de la Curia Metropolitana, el sacerdote Mauricio Granados, afirmó que, aunque el fallo de la Sala IV es legal, no es moral, informó ayer la agencia de noticias AP.
Polanco aseguró que no ha recibido la notificación oficial de la sentencia, pero que no habrá dificultad en acatar lo que dispuso el Tribunal Constitucional.
“Todas (las cárceles) tienen cuartos para visitas íntimas, debidamente acondicionados. Son espacios seguros y hay custodios cerca. Vamos a esperar el tamaño de la demanda para determinar si hay que hacer ajustes de horarios”, afirmó.
Según Polanco, por tradición, el sistema penitenciario costarricense privilegió las visitas íntimas entre personas heterosexuales.
“Es un resabio del pasado. Los tiempos han cambiado y las instituciones se han adaptado poco a poco. En países de Suramérica como Chile o Argentina, la experiencia no ha ocasionado problemas”, agregó.
Procedimiento. El director de Adaptación Social explicó que los homosexuales y lesbianas que quieran recibir visitas íntimas, deben comunicarse con los profesionales de Trabajo Social que laboran en las cárceles.
“Se hará una valoración igual a la de las parejas heterosexuales. Se estudia quién quiere visitar al privado o privada de libertad y si hay riesgo violencia doméstica, entre otros puntos”, detalló Polanco.
Los reos tienen derecho a visita íntima una vez cada 15 días durante un período de cuatro horas.
Por lo general, los encuentros se realizan en horario diurno (antes de las 6 p. m.) en tres turnos.
Para acceder a la visita íntima, los reos solo deben acreditar una relación con la persona que está fuera del penal. No es requisito tener un noviazgo, matrimonio o unión libre.
Según los datos de Adaptación Social, actualmente 3.000 presos tienen visitas íntimas de forma activa.La población total de personas encarceladas es de 11.500, aproximadamente.