El cuerpo de un hombre identificado como Mario Enrique Rivera Rojas, de 52 años, fue localizado en una casa deshabitada con varias heridas de arma blanca.
El cadáver fue hallado la tarde del viernes por un conocido de Rivera en una vivienda en la ciudadela El Río, en San Andrés de San Isidro de El General, Pérez Zeledón.
La víctima era el propietario de la cantina La Escondida, ubicada en el sector de San Isidro.
Según la Policía, el cuerpo presentaba múltiples heridas de arma blanca en la cabeza, brazos y en las piernas.
Los vecinos de Rivera aseguraron a las autoridades que la última vez que vieron al cantinero fue la noche del jueves, cuando se bajó de un taxi pirata en compañía de otro hombre que, según testigos, lo frecuentaba en las afueras de su negocio.
“Él era un hombre de buena familia, no sabemos qué pudo haber sucedido”, dijo Manuel Caballero, conocido de Rivera.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) sospecha que se pudo tratar de un asalto; sin embargo, no se descarta que el crimen obedeciera a problemas pasionales.