Con precisión “milimétrica”, la Fiscalía reprodujo –la noche del miércoles– el accidente que el 9 de febrero acabó con la vida de un jefe de cuadrilla del MOPT a la entrada del puente de la “platina”, en la autopista General Cañas.
Esa noche un auto de alquiler arrolló a dos trabajadores; Omar Lépiz Delgado murió en el sitio.
En el simulacro participó el sobreviviente, Marco Vinicio Calderón. Lo hizo en una silla de ruedas pues se recupera de una fractura en la pierna derecha.
Al sitio fue llevado el turista canadiense de apellido Wallington, persona a quien la Fiscalía señala como causante del accidente.
Las autoridades utilizaron el Kia Mohave rentado por el extranjero para reproducir la mecánica del fatídico percance.
La diligencia se prolongó hasta la madrugada. El defensor de Wallington, Humberto Chacón, comentó ayer que la acción judicial no alcanzó para despejar una duda esencial: ¿Era el canadiense la persona que iba tras el volante?
Cuestionamientos. “Ninguno de los testigos lo individualiza como una de las personas que iba en ese carro. Es cierto que fue rentado (el Kia) a su nombre, pero bien lo podía manejar otra persona.
“Nadie ubica a mi defendido en el lugar”, enfatizó Chacón.
El defensor también dijo que el carro fue inspeccionado sin la presencia de un juez y que producto de ese trabajo se recolectaron muestras de sangre, líquidos corporales y huellas dactilares.
De esa tarea se encargó un técnico. “Esta investigación carece de solidez científica”, insistió.
Ayer no fue posible localizar a los representantes legales de la familia Lépiz.