A sus 61 años de edad, Aida Céspedes recuerda con detalle los días en que empezó a trabajar en la empresa exportadora Matas de Costa Rica, S. A., ubicada en Milano de Siquirres, Limón, aunque han transcurrido casi tres décadas.
“Yo trabajé en la finca desde 1985 hasta 1989, cuando tuve un accidente. En ese entonces se entraba a las 6 a. m. y se salía a las 6 p. m., pero a veces le decían a uno que se tenía que quedar hasta las 10 p. m. porque había mucha producción”, recordó Céspedes.
“En ese momento, las contrataciones las hacía directamente Matas de Costa Rica, pero después la finca empezó a echar para atrás, y ahí llegaron los contratistas”, narró la mujer.
Ahora, ella y miembros de unas 300 familias reclaman que esa compañía de producción y exportación de matas ornamentales los despidió sin pagarles aguinaldos, prestaciones e incluso salarios pendientes. Sin embargo, el terreno en el que laboraron ya no pertenece a Matas de Costa Rica.
Según alegan los peones, la deuda total ronda los ¢4.000 millones. Algunos afirman que trabajaron en parecela hasta noviembre del año pasado.
Desde ese momento, la poca respuesta que han recibido sobre los pagos los llevó a invadir la propiedad en dos ocasiones, según indicaron. Esto generó choques con guardas de seguridad, casos en los que hubo heridos.
La semana antepasada, un grupo de los trabajadores, reunidos en el salón comunal de Milano, manifestó que su principal preocupación es no tener empleo. Según contaron, las opciones laborales en esa zona son escasas.
La Nación intentó conversar con el presidente de la empresa Matas de Costa Rica, S. A., pero no respondió a los números telefónicos registrados a su nombre. Actualmente, esa sociedad solo posee una finca pequeña.
Tierra de disputa. La dueña de la parcela donde se producen las plantas es la firma CFV Fiduciaria, S. A. La finca tiene una extensión de 406 hectáreas, según el Registro Nacional.
Wilberth Picado, abogado de la compañía propietaria, afirmó que Matas de Costa Rica, S. A., perdió la parcela “hace muchos años” en un remate.
Picado dijo que, cuando su representada (CFV Fiduciaria, S. A.) adquirió la finca, arrendó áreas de la tierra a otras empresas, incluso a Matas de Costa Rica. Aseguró que son esas compañías las que han contratado a vecinos de Milano.
“Mi representada no le debe ni un cinco a nadie”, expresó Picado.
De acuerdo con el abogado, CFV Fiduciaria está anuente a vender la propiedad a los peones en $25.000 la hectárea. “Ellos quieren comprarla, y eso es lo que nosotros hemos propuesto. Ya ellos harán su oferta”, manifestó Picado.
Precisamente, con el fin de obtener la finca, líderes de los obreros solicitaron ayuda al Gobierno.
Eugenio Solano, viceministro de Trabajo, indicó que se creó una comisión para que determine qué posibilidades existen. “Los esfuerzos han sido enfocados básicamente en que los trabajadores puedan emprender un proyecto propio, para lo cual requieren convertirse en una cooperativa”, indicó.
“Estamos analizando si los recursos económicos pueden salir del Instituto de Desarrollo Rural (Inder) o del Infocoop ”, explicó el viceministro.
Solano agregó que se debe examinar si todos los solicitantes requieren realmente la ayuda. “Lo que pasa es que un problema que era de un grupo, ahora parece ser de todo un pueblo”, señaló.