Aviación Civil suaviza controles de ingreso al Tobías Bolaños

Eliminan listas de pasajeros de vuelos locales y agilizan entrada de visitas

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La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) suavizó el control de ingreso de personas a la zona de hangares del aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas, San José.

Con las nuevas disposiciones, dictadas el 6 de mayo, se eliminó la directriz de que pasajeros de vuelos locales, proveedores y visitantes estuvieran incluidos en una lista con anticipación a su ingreso a la terminal.

Ahora, las personas que llegan al portón de acceso al área de hangares se registran en una bitácora. También se utiliza un carné para identificar a los proveedores y visitantes.

La rigurosidad en el control de acceso se había impuesto después del 10 de octubre del 2010, cuando una avioneta salió del Tobías Bolaños cargada de cocaína y se accidentó en las inmediaciones del Hospital México, en San José.

La Asociación Nacional Aeronáutica de Pavas (ANAP), que agrupa a 50 dueños de hangares, recibió con agrado la noticia de los cambios en los controles.

Ellos se quejaron de que las medidas de seguridad fijadas en octubre pasado causaron incomodidades y molestias a clientes de las empresas que dan servicios de taxi aéreo, turísticos y escuelas de aviación.

Las nuevas reglas mantienen las diferencias en los controles de seguridad que deben hacerse para los vuelos locales y los internacionales.

Jorge Fernández, director de la DGAC, explicó que para vuelos que se realizan dentro del país no es obligatorio someterse al control de armas y explosivos; sin embargo, no pueden oponerse a que el Ministerio de Seguridad haga inspecciones.

“Consideramos innecesario que se hagan ese tipo de controles (para vuelos locales). Hicimos un análisis y nos dimos cuenta de que en realidad por aquí no ha pasado ningún arma ni explosivo”, añadió Fernández.

Hubo daño. Alexis Vargas, presidente de ANAP, aseveró que los cambios les favorecen y sostuvo que las medidas anteriores provocaron efectos muy negativos para sus negocios durante los últimos seis meses.

“Hubo personas que iban a hacer vuelos locales y les impidieron la entrada porque no reportaron de previo el nombre de sus acompañantes o el número de placa del vehículo en el que llegaron”, explicó.

El representante de ANAP comentó que empresarios, particulares y agencias de turismo se molestaban cuando les pedían ir al edificio de la terminal a sacar permisos de ingreso e, incluso, en ocasiones desistían de hacer los vuelos.

Agregó que también se negaba la entrada a proveedores de repuestos y alimentos cuando su visita no era avisada. Tampoco se permitía el ingreso de turistas que querían visitar empresas de transporte para escoger un servicio aéreo a su conveniencia.

“En ocasiones usaron perros para revisar equipaje de pasajeros de vuelos locales como si fuera una salida al exterior”, finalizó Vargas.