Astucia de agente desnudó ‘mercado negro’ de lavadores

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Nombre: “Juan Falso”. Dirección: “Calle inexistente, número 123. Ciudad Inventada”. Objetivo de las transacciones: “Para trabajos de clonado en cajeros automáticos  y  para la cocaína”.

Esos fueron los datos que un agente estadounidense encubierto escribió para registrarse en la firma de transferencias electrónicas por Internet Liberty Reserve, con sede en Costa Rica.

Pese a lo ridículo de la información que suministró el supuesto cliente, la compañía le permitió la inscripción.

El ejercicio fue parte de la investigación que hizo la Policía de Estados Unidos y que dejó al desnudo un “mercado negro” de mafiosos, según consideró la Fiscalía de ese país.

“A diferencia de los bancos tradicionales o procesadores en línea legítimos, Liberty Reserve no exigía a los usuarios validar su identidad. Los usuarios establecían cuentas con nombres falsos, incluso nombres delictivos como ‘Hackers Rusia’ y ‘Cuenta Hacker’”, informó la Fiscalía estadounidense mediante un comunicado de prensa.

“Una vez que se establecía la cuenta, el usuario podía realizar transacciones con otros usuarios de Liberty Reserve”, según detalló esa entidad.

De acuerdo con la Fiscalía, la empresa servía a los lavadores, pues les garantizaba el anonimato.

“La esencia del negocio era el anonimato, múltiples capas de anonimato. Liberty Reserve se estructuró y operó deliberadamente para ayudar a otros delincuentes a permanecer en el anonimato, imposibles de rastrear e intocables”, señaló el fiscal federal de Estados Unidos para el distrito sur de Nueva York, Preet Bharara.

“La única libertad que Liberty Reserve les daba a muchos de sus usuarios era la libertad de cometer delitos, pues se volvió un centro popular para estafadores, hackers y traficantes” , agregó Bharara.

La Fiscalía también manifestó que los usuarios no retiraban el dinero directamente, sino mediante intermediarios.