Asesinado en robo pulpero, testigo de crimen de niña

Víctima fue golpeada, amarrada y asfixiada con una colchoneta

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Guatuso. Amarrado de pies y manos con un alambre, tirado en el suelo de un cuarto, con un pañuelo tapándole la cara y una colchoneta encima, fue hallado anteayer sin vida un pulpero de la comunidad de La Paz, en Guatuso, Alajuela.

La víctima, identificada como Edwin Méndez Salas, de 68 años, era uno de los testigos en el caso del asesinato de una niña ocurrido en Guatuso hace mes y medio.

Al inicio, familiares y vecinos temieron que se tratara de una venganza por figurar entre los testigos, pero el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Rojas, descartó esa posibilidad y dijo que todo hace presumir que se trata de un robo.

Hallazgo. El cuerpo fue encontrado el miércoles a las 2 p. m., pero las autoridades presumen que Méndez fue asesinado el martes, entre las 9 y las 10 p. m.

La víctima vivía sola desde hace diez años y, desde hace dos, instaló una pulpería a la orilla de la vía, a unos 30 metros de su casa.

Lugareños manifestaron que el martes, hacia las 8: 30 p. m., escucharon varios gritos, pero no le dieron importancia, pues en ese momento jugaba la Selección de Costa Rica y pensaron que alguien estaba celebrando alguna de las jugadas.

El miércoles, Ana María Rodríguez llegó a la pulpería y le extrañó que el local estuviera cerrado. De inmediato se fue corriendo a la casa del pulpero, que estaba abierta. Al ingresar, vio unos cuchillos sobre una mesa y notó que faltaba la moto. Luego, descubrió el cuerpo.

El oficial de la Fuerza Pública, Gerardo Araya, confirmó que a Méndez le robaron una motocicleta, una motosierra y dinero en efectivo en un monto no determinado.

La Policía presume que el crimen lo perpetraron tres hombres, vecinos de la zona, que sorprendieron a la víctima saliendo de la pulpería y, luego de golpearla, la llevaron a la casa, donde, después de amarrarla, le pusieron una colchoneta. Méndez murió por asfixia, según se presume.

Alexis Méndez, hermano de la víctima, comentó que Edwin le mencionó recientemente que lo habían amenazado de muerte, si no desistía de testificar en el crimen de la niña.

El sospechoso del infanticidio estuvo en esa pulpería minutos antes de cometerlo.

Uno de los lugareños, Roy Hernández, indicó que, aunque al pulpero le robaron algunas pertenencias, ellos temen que lo hayan asesinado para callarlo.

Hernández agregó que la comunidad está consternada, pues Guatuso era un pueblo muy tranquilo y en menos de dos meses ya han ocurrido dos asesinatos.