Un ganadero, a quien las autoridades identificaron como Guido Blanco González, de 56 años, fue asesinado en su finca, ubicada en La Aldea, distrito Llanuras del Gaspar , Sarapiquí, Heredia.
El homicidio quedó al descubierto el domingo en la tarde cuando familiares hallaron sus restos.
Él cadáver yacía, en avanzado estado de descomposición, cerca de la casa de la finca, confirmó ayer la Fuerza Pública.
La Policía Judicial cree que a Blanco lo mataron el miércoles 11 de agosto, cuando perdió contacto con sus vecinos y familiares.
Blanco, padre de tres hijos, era un conocido ganadero de la comunidad de El Porvenir de Ciudad Quesada, San Carlos. Durante casi 20 años presidió la Junta Edificadora de la iglesia católica local.
Ayer, su hijo Jairo confirmó que el robo fue el móvil del asesinato.
Al finquero le arrebataron un teléfono celular, su reloj, una cadena de oro y unos ¢200.000 en efectivo.
Blanco acostumbraba permanecer de dos a tres días por semana en la finca y tenía previsto regresar el domingo 15 a su casa. “Lo llamamos, pero no respondió y por eso decidimos ir a buscarlo y topamos con lo peor”, dijo Jairo Blanco.
Mataron gallinas. La vivienda había sido registrada y varias gallinas estaban muertas en el corral.
Además, un número no preciado de vacas y bueyes fueron encerrados para que posiblemente murieran de sed y hambre, afirmó el hijo de la víctima.
Como principal sospechoso del crimen figura un peón, cuya identidad nadie conocía ayer y quien trabajaba con Blanco desde hacía aproximadamente dos meses.
El sospechoso tiene entre 22 y 25 años y convivía con una mujer, cuyo paradero ahora se desconoce.
Vecinos entrevistados por la Policía aseguraron no verlos desde el miércoles de la semana pasada.
La delegación local del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en Sarapiquí no contaba con pistas para dar con el sospechoso.