El deseo de ser el primero en votar en las elecciones de su escuela llevó al niño Ángelo Villalobos Rodríguez a caminar solo hacia el centro educativo el día en que perdió su vida en un accidente.
Con Ángelo murió el viernes pasado su promesa de amar al país y ser siempre el mejor, y de convertirse algún día en chef profesional.
El niño de 10 años y su hermana mayor, Nathalie, de 19 años, con ocho meses de embarazo, fallecieron cuando una buseta con 13 estudiantes del Colegio Técnico Profesional de Granadilla, en Curridabat, golpeó y quebró un poste del tendido eléctrico.
El menor murió tras ser impactado por una pieza de metal que se desprendió de la buseta y la joven embarazada pereció electrocutada cuando buscaba a su hermano.
La tragedia, ocurrida en Dulce Nombre de La Unión, Cartago, obligó a suspender las elecciones en la escuela Moisés Coto Fernández.
Gilberth Villalobos, padre de las víctimas, describió al menor como un niño educado, feliz, estudioso y a quien le gustaba pertenecer a los scouts . “Él era muy desprendido; cuando estuvo en el kínder compartía su merienda con los compañeros que no llevaban nada”, dijo.
Ángelo fue un niño muy apegado a su familia y en especial a su hermano menor, de seis años, a quien quería hacer miembro del movimiento de Guías y Scouts de Costa Rica, al que él pertenecía.
“Era una estrellita, pertenecía al grupo Manada. Aquí tratamos que brillen y él brilló. Hace una semana nos preguntó si podía traer a su hermano”, dijo Cristina González, guía scout del menor.
Funeral en lugar de fiesta A Nathalie, le tenían preparado un té de canastilla que se realizaría ayer.
La comida para el té ya estaba comprada, las sillas y mesas alquiladas, lo único que hacía falta era que ayer, a las 3:00 p. m., Nathalie se hiciera presente para disfrutar la fiesta de celebración de su hija.
“Nathalie me decía con tristeza: ‘¡ay mami!, a Pamela (prima embarazada) le van hacer té’; pero no sabía que el de ella ya venía. Todos los invitados al té están aquí, pero no precisamente para un baby shower ”, agregó Yiny Rodríguez, madre de las víctimas.
Ayer, parientes y amigos de la familia Villalobos Rodríguez sepultaron a las tres víctimas.
Los tres cuerpos fueron velados en el salón comunal en Dulce Nombre. Luego se realizó una misa en la iglesia de esa misma localidad y posteriormente fueron sepultados en el Camposanto del Este, en La Unión de Cartago, en la tarde.