‘Ana Ligia echaba humo y la ropa se le caía por partes’

Cuerpo médico dice que rostro de víctima sufrió graves daños por ácido

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Un fuerte grito desde la calle alertó a la maestra Damaris Jiménez, de la Escuela de Santa Gertrudis Sur de Grecia, Alajuela, de que algo grave ocurría.

Afuera, una compañera suya era atacada por una mujer que le lanzó un ácido que le provocó quemaduras en un 25% del cuerpo.

Jiménez detalló ayer a La Nación el momento en que varias maestras auxiliaron a Ana Ligia Solís Chaves (32 años), después del doloroso episodio:

“Tiré mis cosas en el aula y corrí porque dijeron que algo le había pasado a Ana Ligia. Cuando llegué, le vi la cara y estaba quemada. Su cuerpo echaba humo y la ropa se le caía por partes; era como ver cuando se quema una bolsa plástica, se achicharrona”.

”El pelo lo tenía como pegajoso y no quería que nadie la viera. Podía hablar un poquito. Tenía un labio tieso. Lo único que expresó fue: ‘Esa es la vieja que vive con el papá de mi hijo’. Se quejaba del dolor”.

”Una compañera, Marcela, la llevó a la casa de ella (vive al frente) y la sentó en una silla, le quitamos la ropa y le pusimos una sábana”.

”No sabíamos qué untarle. Cuando la subieron a la ambulancia, no nos permitieron verla más. Yo recogí el bolso, lo limpié porque tenía líquido, hasta me quedó picando la piel”, contó.

La educadora Jiménez aseguró que dos niños pudieron observar el ataque a la maestra pues ellos siempre salen a recibirla. Un vecino del lugar fue quien pudo retener a la agresora hasta que la Policía llegó al sitio.

El Juzgado Penal de Grecia impuso ayer seis meses de prisión preventiva contra la mujer, de apellido López, y vecina de Poás, Alajuela. Le atribuyen el delito de tentativa de homicidio.

Abnegada. Ana Ligia es una mujer soltera, según contó su amiga Damaris. Tiene ocho años de laborar como educadora especial en la escuela. Vive con su madre, dos hermanos y su hijo de ocho años, a 300 metros del centro educativo.

Sus compañeros la catalogan como simpática, entregada y atenta con los alumnos, que tienen problemas de aprendizaje.

La directora del centro, Noily Vargas, relató que los profesores estaban molestos y consternados por la agresión. La funcionaria recordó que el miércoles a las 6:30 a. m. observó un automóvil muy sospechoso frente a la escuela, en el cual había dos hombres y una mujer, quienes se reían. Minutos después, ocurrió la agresión.

La maestra Damaris Jiménez contó que Ana Ligia había pedido pensión alimentaria al padre de su hijo, un ganadero de apellido Elizondo (34 años). Ella afirmó que hace algunos meses ellos habían tenido conflictos.

Sedada. Eliécer Jiménez, jefe de Cirugía Plástica del Hospital San Juan de Dios, dijo ayer a La Nación que la maestra se encuentra sedada en Cuidados Intensivos, con respirador artificial. El médico señaló que la han operado dos veces.

La mujer presenta quemaduras en la parte izquierda de la cara, cuello, tórax y extremidades. Hoy será operada nuevamente.

El cirujano aseguró que a la docente le esperan “muchísimas” cirugías más pues las lesiones fueron muy graves porque se utilizó un ácido muy concentrado.