“Al regreso llovía mucho, casi no se veía nada. Yo venía detrás del carro de Rudy (Jiménez) y nada más vi como una sombra. Puse las escobillas más rápido y sentí el impacto con el carro que pegó el mío. Eso fue todo lo que pasó... la lluvia fuerte nos produjo lo peor”.
Este es el relato de Andrés Burgos, conductor de uno de los tres vehículos involucrados en el choque que acabó con la vida de su cuñada Marisol Calderón Barrantes, de 21 años, y su sobrino político de apenas 11 meses.
El accidente ocurrió la tarde del jueves en la entrada a Volcán de Buenos Aires, Puntarenas.
La familia de Burgos resultó ilesa, pero Calderón murió dentro del vehículo y el bebé cuando lo trasladaban a la Clínica de Buenos Aires. Jiménez, padre del menor, se recuperaba ayer en el Hospital Escalante Pradilla, de Pérez Zeledón.
Una mujer identificada como Luz Hidalgo Meza, de 62 años, falleció en otro de los carros, confirmó la Policía Judicial.
Vida en el sur. Burgos, de 31 años, comentó que su esposa, Maureen Calderón, es hermana de Marisol.
Ambas familias estuvieron la mañana del jueves en San Isidro de El General para presenciar los desfiles conmemorativos de la Independencia y hacer compras.
Calderón y Jiménez tenían dos años de vivir en unión libre. Residían en Pérez Zeledón, donde él trabaja como docente en una escuela.
La pareja acostumbraba ir a La Libertad de San Vito de Coto Brus los fines de semana, para visitar a la familia Calderón, además de que Jiménez estudia en una universidad de la zona.
El bebé cumpliría un año de edad el 6 de octubre y la familia preparaba una fiesta. “No hay palabras para expresar lo que estamos pasando, que Dios nos dé fortaleza y paz”, expresó Lorena Barrantes, madre de Marisol Calderón.