Vagoneta sin frenos y en reversa viajó 600 m antes de incrustarse en Hospital de Guápiles

Policía investiga si vehículo tenía desperfecto mecánico e intentaron arrancarlo rodado

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La vagoneta que la noche del lunes mató a un peatón antes de incrustarse en una malla cerca de la entrada de Emergencias del Hospital de Guápiles, recorrió sin frenos y en reversa 600 metros.

Así lo determinaron este martes funcionarios de la Policía del Tránsito y del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), luego de una inspección por los sitios que recorrió el automotor y que están ubicados en el centro de la ciudad de Guápiles, cabecera del cantón de Pococí, en Limón.

De acuerdo con la información policial, la vagoneta marca Mack, modelo 1981 y propiedad de una sociedad anónima, estaba cargada con piedra pequeña y había sufrido un desperfecto mecánico, aunque no se precisó si eran los frenos. Por este motivo, estuvo varias horas estacionada frente al estadio Ebal Rodríguez.

Por razones que investiga la policía, varias personas intentaron encender el motor y por ello pusieron la vagoneta en reversa, pero el vehículo tomó velocidad.

El conductor del automotor, de apellidos Cordero Fallas, de 38 años, logró maniobrarlo y que en primera instancia cruzara un pequeño muro de cemento de apenas 20 centímetros que hay entre dos calles. Luego circuló, siempre en reversa, por un costado del parque central.

Según dijeron testigos a La Nación, conforme avanzaba, la vagoneta tomó más velocidad, que se estima pudo ser entre 30 a 40 km/h. En todo el recorrido golpeó tres vehículos.

Luego, en la entrada a Emergencias del Hospital de Guápiles, arrolló a un hombre que iba pasando por la acera. El OIJ lo identificó como Wilberth Barrantes Hernández, de 45 años, quien murió de forma inmediata.

Personas que observaron el hecho dijeron que el vehículo no traía luces y que viajaba con el motor apagado, por lo cual nadie lo escuchó avanzar.

Banca la frenó.

La vagoneta se detuvo cuando el chofer logró chocarla contra una malla perimetral y una banca de cemento. Frenó a unos tres metros de distancia de unas casas que funcionan de día como Clínica del Dolor y donde se realizan mamografías, dijo Lorena Castillo Arias, subdirectora del centro médico.

El vehículo quedó a unos 20 metros de la entrada de Emergencias. "No podría decirle cuántas personas podrían estar a esa hora en el lugar, pero diariamente 300 personas usan la entrada por donde paso la vagoneta. Milagrosamente en la noche no habían personas afuera" dijo la funcionaria.

Castillo dijo que los daños no son muchos, "pero se ven feos" y afectaron una área que estaba en remodelación y en proceso de ser recibida por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Entre tanto, la oficina de prensa del Ministerio Público informó de que al chofer se le practicó la alcoholemia por alcohosensor y salió negativa. Empero, también se ordenó realizarle la prueba de sangre con la finalidad de descartar que hubiese consumido algún otro tipo de sustancia o droga.

La Fiscalía comunicó que Cordero quedó en libertad mientras que el OIJ termina el informe policial.