Luego de siete días de intensa búsqueda, los familiares y vecinos del pescador nicaragüense Antonio Rivas, de 74 años, quien desapareció el pasado lunes 27 de noviembre en Las Delicias de Aguas Zarcas, San Carlos, encontraron su cuerpo sin vida en una zanja.
El adulto mayor salió a pescar en la mañana de ese día a la quebrada Las Pericas; sin embargo, no retornó a su hogar.
Este domingo, sus restos fueron descubiertos a unos 700 metros de la quebrada, boca abajo y en avanzado estado de descomposición.
Su hija María Lourdes Rivas mencionó que, a pesar de que habían transcurrido varios días, mantenía la esperanza de encontrar a su padre con vida. “Le pedí a mi Dios que se hiciera su voluntad (...). Al menos, en este momento, me siento más tranquila al saber que ya se encontró el cuerpo, y que no está deambulando por las calles con hambre, sed o frío”, expresó la mujer a este medio.
La búsqueda para dar con el paradero del señor se inició el martes. Según la Cruz Roja, el rastreo se llevó a cabo en un radio de tres kilómetros, pero sin éxito en un principio. Posteriormente, el miércoles, los socorristas ampliaron su búsqueda a un radio de 10 kilómetros, incluso con la ayuda de drones, pero aún así no lograron ubicar al desaparecido.
Finalmente, el jueves, las autoridades recibieron presuntamente información que sugería que Rivas podría encontrarse en Nicaragua, lo que llevó a la suspensión de la búsqueda.
A pesar de esto, los familiares y lugareños continuaron con la búsqueda; de hecho, algunos familiares provenientes de Nicaragua se unieron. Los esfuerzos culminaron con el hallazgo este domingo.
Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llevaron a cabo el levantamiento del cuerpo para trasladarlo a la Morgue Judicial, donde se realizará la respectiva autopsia.
Rivas era originario de El Realejo, departamento de Chinandega.
El fallecido tenía cuatro hijos, de los cuales tres residen en Nicaragua y uno en Costa Rica.