Alajuela. A las 6:30 a. m. de este martes, Robert Campos conducía un autobús por el sector de Tuetal Norte, en Tambor de Alajuela, cuando una humareda lo hizo detenerse.
Estacionó el vehículo en media carretera y, sin dudarlo, se acercó a las llamas que ya consumían un inmueble, dividido en tres apartamentos.
Atrapado tras un portón bajo llave y pidiendo ayuda estaba Jorge Arturo Alvarado Ortiz, de tan solo dos años y ocho meses. A su lado, su madre Marbely Ortiz Bermúdez, de 34 años, gritaba desesperada.
“El niño pudo sacar el cuerpito (por las rejas) pero no la cabeza. Entonces yo saqué un tubo de aflojar las llantas y traté de forzar el portón, pero no hubo manera, empezaron a explotar los vidrios de la casa, las llamas eran inmensas y los cables de la electricidad echaron chispas”, relató el transportista.
Campos recordó que también intentó jalar al menor de la cabeza, pero cuando el fuego estaba muy intenso, lo soltó y entonces lo vio caerse.
El pequeño y su mamá fallecieron en medio de las llamas.
El Cuerpo de Bomberos informó de que, al parecer, un daño en el sistema eléctrico fue la causa del siniestro, el cual destruyó una construcción de 192 metros cuadrados.
En esos aposentos vivían, en total, cinco adultos y cuatro niños. César Barrantes, de la Cruz Roja, comunicó que otra persona resultó con quemaduras.
Escape imposible. El niño vivía en la planta baja de la casa, junto a su madre y su padre, Marco Antonio Alvarado Bonilla, de 51 años, quien sí logró salir.
En el piso superior residían otras personas, entre ellas Rosa Bermúdez, la madre de Ortiz.
Este martes, luego de la tragedia, Alvarado relató que fue su suegra quien los alertó del incendio pues, al parecer, este comenzó en su habitación.
“Yo estaba durmiendo con mi esposa, y el chiquito estaba levantado. Mi suegra nos avisó y mi esposa agarró por un lado a buscar al chiquito y yo por el otro. El portón del frente estaba con doble paso y no encontramos las llaves”, narró el papá.
Explicó que pudo escapar de la casa por otra salida, sin embargo, aparentemente las llamas impidieron el paso de Ortiz y su pequeño, quienes quedaron atrapados a causa del portón cerrado.
Alvarado contó que en su vivienda se cocinaba con gas, pero resaltó que el tanque se encontraba en el patio. “Yo creo que fue un cortocircuito”, dijo, sumamente consternado por lo sucedido.
Por su parte, Bermúdez indicó que cuando se dio el fuego, ella estaba afuera, pelando mangos para hacer una miel. “Escuché que una señora dijo que el cuarto de doña Rosa se estaba quemando y me extrañó, porque yo no tenía nada prendido (...). Tiré un balde de agua, pero ya estaban las llamaradas”, expresó.
Varios vecinos se acercaron al lugar para brindar su colaboración a los afectados.