Papá de adolescente muerta en accidente múltiple en Jacó clama por justicia para ella y tres víctimas más

Hermana mayor llora porque le arrebataron a la bebé de la familia: ‘Les digo que nos ayuden a pedir justicia por María, por su abuelita’

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La familia de María José Pérez Vargas, de 16 años, una menor que murió junto a dos miembros más de su familia en un grave accidente de tránsito en la ruta 34, el 18 de enero anterior, espera que las autoridades judiciales continúen con las investigaciones para que la pérdida de sus seres queridos no quede impune.

El mortal accidente ocurrió a las 2:08 a. m. en Playa Hermosa, en Jacó de Garabito, Puntarenas, cuando un vehículo liviano chocó de frente contra el carro en el que viajaba María José. Además de la adolescente, en ese auto murieron Lindsay Barboza Vargas, su prima de 11 años, su abuelita, María Elena Fernández Mena, de 76 años. También pereció Luis Alberto Barahona Cordero, de 58 años, quien les daba el servicio de transporte y no era familiar.

Solo sobrevivió Sandra Vargas Fernández, tía de María José, mamá de Lindsay e hija de doña María Elena, a la que habían recogido horas antes en el aeropuerto Juan Santamaría. Iban de regreso a sus casas, en Pérez Zeledón, pero decidieron viajar por la Costanera Sur.

En el otro vehículo conducía un hombre de apellido Arrieta. El caso se investiga como un posible adelantamiento indebido y exceso de velocidad.

A una semana del mortal accidente, los allegados de las víctimas aún esperan respuestas de las causas del incidente; no obstante, don José Asdrúbal Pérez, padre de María José indicó a La Nación que “se le dará un espacio al OIJ” para que realice sus labores.

Cuando este padre doliente conversó con este medio estaba junto a sus hijos, quienes, aseguró, le ayudan en estos momentos difíciles.

“Ellos son mis manos derechas, que me ayudan en todo. Ahorita venimos del OIJ de Garabito, de recoger las cosas de mi hija, que es algo mínimo, porque el resto se lo robaron (...) se le dará un espacio al OIJ para que hagan las investigaciones”, comentó el papá.

Estos dolientes permanecen recuperándose tras las trágicas pérdidas y por ello reiteran que las muertes de sus familiares no deben quedar sin sanción. Así lo hizo saber Karla Pérez, hermana de María José, quien el día del funeral le pidió a quienes los acompañaron que no los dejaran solos.

“Se nos fue nuestra bebé, nos la arrebataron (...) por eso les digo que nos ayuden a pedir justicia por María, por su abuelita y les pido que por favor no dejen solo a mí papá, ni a mis hermanos, ni a Sandra, porque los vamos a necesitar mucho. Ella era la felicidad de todos, siempre estaba sonriendo y alegrándonos”, externó la hermana mayor de María José.

Karla informó a este medio que “hasta que el OIJ termine de trabajar en el expediente”, se les asignará un fiscal, por lo que de momento le toca esperar los resultados de las investigaciones.

La Policía Judicial trabaja para determinar si existió imprudencia de parte de algún conductor. La Nación le consultó a la Fiscalía si hay alguna causa abierta contra el otro conductor, pero al cierre de esta publicación no se obtuvo respuesta.

“Vi un carro encima de nosotros”

Sandra Vargas, la única sobreviviente del accidente, permanece internada en el hospital con lesiones importantes en un brazo y una pierna. La semana narró su historia a TV Sur y relató lo que ella recuerda del accidente.

“Un cabrón, no sé quién, acabó con toda mi familia, fuimos a recoger a mi mamá al aeropuerto, iba con mi hija y mi sobrina de 16 años”.

“Viajé adelante siempre, en Jacó mi sobrina me dijo: ‘tía yo quiero viajar adelante’, le dije que no, entonces me dice: ‘tía, yo siempre viajo con papi adelante, vaya y descansé usted atrás’, me pasé para atrás y veinte o veinticinco minutos después vi un carro encima de nosotros y creo que quedé inconsciente, porque no me acuerdo de nada más”, recordó esta sobreviviente.

En lo poco que recuerda de accidente es que tuvo en sus regazos a su hija Lindsay Barboza Vargas, quien estaba bañada en sangre.

“Vi a mi mamá arrecostada al respaldar del chofer, quería tocar a mi sobrina y no la tocaba, ella iba adelante y no la podía tocar”, agregó.

Minutos después recuerda el sonido de la ambulancia que se acercó a donde ellos estaban y ella les gritó que su hija seguía con vida, pues seguía respirando.

“Después no sé, perdí el sentido. Cuando desperté estaba en el hospital”, dijo esta madre doliente, quien horas más tarde le tocó ir a reconocer el cuerpo de su hija.

“Mi bebé estaba ahí muerta y fría, porque un inconsciente acabó con toda mi familia”, puntualizó.