Padre de crianza de fallecido en choque de buses: ‘No solo el chofer tiene culpa, aquí hay más responsables’

Abogados de Bryan Alvarado no descartan responsabilidad del Estado por falta de isletas para que buses se orillen

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Cinco días después del accidente que cobró la vida de Bryan Alvarado, sus hermanos y familia de crianza se manifestaron la mañana de este martes en una conferencia de prensa, en compañía de sus abogados.

Alvarado, de 29 años, es la única víctima mortal del accidente ocurrido a las 5:40 a. m. del jueves sobre la autopista General Cañas, frente a las oficinas de la Dirección de Migracióny Extranjería. Ahí, un autobús de la empresa Station Wagon, que iba de San José a Alajuela, colisionó contra otro de la ruta a Belén, el cual estaba estacionado.

El muchacho bajaba del bus de Belén cuando el vehículo fue impactado por detrás por la otra unidad de transporte público.

Para Luis Campos, padre de crianza del joven, es necesario identificar a todos los responsables del hecho, pues tanto ellos como sus abogados consideran que no solo fue el conductor.

"No solo el chofer tiene culpa, porque yo conozco la situación de los minutos (tiempos de los choferes), aquí hay más responsables", aseveró el hombre.

Sin embargo, Campos pidió que el chofer del bus no vuelva a conducir y que le quiten la licencia, "por lo demás, existen leyes".

Alegó que decidieron hablar ahora, cuando los ánimos están más serenos. "Lo tratamos de hacer de la forma razonable, hasta donde se puede, con el dolor que manejamos. Más con la cabeza, que con el corazón, si es que nos queda corazón, porque lo tenemos destrozado y mutilado".

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También Adolfo Ruiz, uno de los dos asesores legales que llevan el caso, sostuvo el mismo argumento. En su criterio, habrá incluso que revisar la actuación del Estado al establecer paradas de buses en una autopista sin que existan islas.

"Es muy importante el hecho de que el bus estaba en una parada autorizada, pero donde no hay isla, el Estado es corresponsable", sostuvo el abogado.

En este momento, la Fiscalía mantiene una causa abierta contra persona ignorada por los delitos de lesiones culposas (hubo 38 heridos) y un homicidio culposo. Se denomina culposo por ser una falta al deber de cuidado.

Según Ruiz y el segundo abogado, Daniel Vega, aún no es posible plantear algún reclamo económico por el deceso del muchacho, pues hay que esperar peritajes.

La familia del joven se enteró del accidente y de lo grave que estaba Alvarado a través de las noticias.

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El primero fue Eliécer, hermano trillizo del fallecido, quien dice que por esa condición era normal que cuando le pasaba algo a Bryan, él tuviera una corazonada.

Aquel jueves, no fue la excepción. Eliécer estaba de vacaciones, por lo que se encontraba en la casa, en Alajuelita. Al encender el televisor hablaban del accidente. De inmediato, dijo, comenzó a llamar a Bryan pero no le contestó.

Su hermano había salido temprano rumbo a su trabajo en una bodega de la heladería Pops, ubicada a unos 100 metros de Migración, en La Uruca.

Minutos más tarde, en los mismos noticieros, dijeron el nombre del muchacho.

Fue el hermano menor, Julio, quien corrió más de un kilómetro desde su trabajo hasta el Hospital México, al que Bryan había ingresado grave, pero consciente. Incluso, relató el pariente, los médicos estaban sorprendidos de ese hecho.

Luego fue sedado para ser operado de emergencia y ya nunca despertó. Falleció avanzada la tarde del viernes.

“Mi hermano era luz donde llegaba y en todas partes hacía amigos, declaró Eliécer.

Bryan era soltero y no tenía hijos. Bryan y Eliécer eran trillizos, pero el tercer hermano falleció a los tres meses de nacido.

Él, Eliécer y otro hermano más fueron criados por Luis Campos y su esposa, Luz Alvarado, luego de que la mamá biológica de los muchachos, Leidy Espinoza, muriera de leucemia.

Según relató Alvarado, poco antes de que la señora falleciera, en el 2001, ella misma le pidió que se hiciera cargo de sus hijos.

Ellos acompañaron a los tres muchachos hasta que cumplieron los 18 años.

En un corto periodo de tiempo, los jóvenes perdieron a su mamá de 32 años y a los tres meses falleció el papá.

En medio de todas esas vicisitudes, los Campos sacaron adelante a los muchachos, quienes crecieron muy apegados a la Iglesia, pues los padres de crianza son ministros extraordinarios de la comunión y sus hijos, en cuenta Bryan, fueron monaguillos y catequistas en Alajuelita.

Poco después del accidente, una amiga le relató a doña Luz que ese día Bryan estuvo a punto de perder el bus que lo llevaba al trabajo.

"Me dijo que como al llegar a la parada en Alajuelita, el bus lo dejó, entonces el corrió y corrió hasta la segunda parada, donde lo abordó, ya que era muy puntual".

Un compañero de trabajo de Bryan, quien también iba en ese bus, les contó que al momento de descender, Bryan le dijo que bajara primero mientras el pagaba el pasaje y por quedarse pagando, le correspondió quedar atrapado debajo de la palmeras.

"Para el compañero fue muy duro, porque decía:"era para mí, no era para él" y estuvo muy afectado", dijo Luz Alvarado.

Tatiana y Verónica Campos, primas de Bryan, contaron que era un niño en el cuerpo de un hombre. "Era muy inocente, una persona sincera, auténtica, especial y soñadora", dijo Tatiana.

Verónica lo recuerda como trabajador y muy respetuoso. Para ellas estos días han sido muy duros. "Es el dolor más grande que uno puede llegar a sentir", expresaron, al agradecer el apoyo de todos los que les han acompañado.