OIJ investiga trágica muerte de pescadores en río Tárcoles como un accidente

Familiares piden a hombre que los dejó en el cauce que asuma responsabilidad

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La muerte de dos pescadores, quienes perdieron la vida en aguas del río Tárcoles el lunes por la tarde, al volcar su kayak en las cercanías del proyecto hidroeléctrico Capulín - San Pablo, en Turrubares, San José, se investiga como una muerte accidental. Así lo confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ante consultas de La Nación.

Edgar Gerardo Agüero y su sobrino Luis Núñez, ingresaron al río aquella tarde luego de negociar una recompensa si lograban recuperar un bote de batimetría que estaba perdido en la zona. Familiares de los pescadores aseguran que un hombre llegó el domingo a la zona de Tárcoles, en Garabito, para que algún pescador le ayudara a encontrar el equipo, pero ellos ni siquiera saben cómo se llama, si es el propietario del bote y si tiene vinculación con el proyecto hidroeléctrico.

A pesar de la línea de investigación, los allegados de Edgar Gerardo Agüero y su sobrino Luis Núñez esperan que las autoridades judiciales investiguen la muerte de estos pescadores, así como el paradero del hombre que llevó a las víctimas al río. Ellos reclaman que luego de que les dio aviso del accidente, no volvió a ponerse en contacto con la familia.

Jeison Hernández, sobrino y primo de los fallecidos, asegura que el hombre les avisó casi ocho horas después del accidente. Inicialmente el suceso ocurrió 12:45 p. m. del lunes, agregó que fue hasta las 4:30 p. m. que se dio la alerta a los cuerpos de socorro y fue hasta las 8 p. m. que le avisaron a la familia.

“Quizá si nos hubiera avisado en el momento, los familiares y amigos hubiéramos empezado a buscar. Él incluso grabó cuando ellos se volcaron”, aseguró Hernández. Lo que se presume es que los pescadores se ahogaron.

Tras 48 horas de búsqueda en la zona, algunos lugareños avistaron cocodrilos que, desafortunadamente, se aprovecharon de los cuerpos inertes.

Por ahora, los familiares esperan que el hombre que los llevó al río para recuperar el bote “asuma responsabilidad”.

También se intentó consultar a algún representante del proyecto hidroeléctrico, pero no hubo respuesta en los números telefónicos consultados. Y lo mismo ocurrió cuando se intentó conversar con el dueño del bote de batimetría, pues nadie atendió los números publicados en los volantes entregados en la zona cuando el equipo se perdió.

Hasta 8 cocodrilos por kilómetro

Argüello y Núñez desaparecieron cerca de Bolsón de Turrubares y fueron hallados en Bajo Capulín, por lo que viajaron una distancia de 24 kilómetros por el cauce del río.

A la tragedia de perder a dos familiares ahogados, se suma que cayeran a un río atestado de cocodrilos. De acuerdo con las estimaciones científicas más recientes, en ese cauce habitan hasta 8 individuos por kilómetro, según confirmó Iván Sandoval, biólogo de la Universidad Nacional (UNA), en entrevista con La Nación.

“De estos ocho individuos por kilómetro, cerca de dos son adultos, es decir que la mayoría de individuos son animales pequeños, que no superan el metro o metro y medio”. Eso significa que dos o tres por kilómetro son los que podrían representar un peligro para las personas, comentó Sandoval.

Según este biólogo, los cocodrilos tienen un comportamiento esquivo, es decir, evitan el conflicto. Empero, en ese río ellos se comportan diferente.

“En Tárcoles tiene una particularidad y es que algunas personas tienen algunos tours que alimentan a los cocodrilos, entonces se acostumbran más bien a acercarse al humano, en vez de alejarse”, comentó el biólogo.

Sandoval coincide con la hipótesis de que Edgar y Luis murieron ahogados y no por el ataque de estos reptiles, pues el sitio del accidente es una zona de corrientes muy rápidas, con muchos cañones y los pescadores viajaban sin chalecos salvavidas.