OIJ investiga pistola que mató a esposa de empresario

Bala de nueve milímetros entró por la sien derecha en cabeza de víctima

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El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indaga a quién pertenece la pistola con la que un empresario de bienes raíces, de 26 años, apellidado Marín, habría matado por accidente a su esposa, quien recibió un balazo en la sien derecha que le atravesó la cabeza.

La víctima, Jodie Raquel Quesada Garita, de 23 años, falleció este viernes a las 00:35 a. m. en el Hospital México.

El hecho ocurrió el jueves a las 7:40 p. m. dentro de una vivienda situada en la urbanización Las Azucenas en Canoas de Alajuela.

La Policía informó de que en ese momento, en esa casa había dos amigos de Marín, su madre y esposa. Según la versión que brindaron los presentes, él se encontraba manipulando el arma cuando al accionarla impactó a la mujer.

Ayer, se intentó conocer si el sujeto tenía permiso de portación de armas al día, pero comunicaron que aún estaban investigando.

Kathya Pérez, quien trabaja en una pulpería cercana a esa vivienda, dijo que ella escuchó el sonido de una bombeta e inmediatamente después oyó los gritos de personas pidiendo una ambulancia.

La víctima, quien aún estaba con vida, fue trasladada al centro médico en estado crítico por los paramédicos. Mientras tanto, su esposo quedó detenido y fue trasladado a celdas judiciales.

Un fiscal del Ministerio Público indagó al sospechoso hacia las 11:30 a. m. y allí se le informó de que su esposa había fallecido en la madrugada, por lo que lo procesarían por homicidio culposo.

Agentes judiciales realizaron un allanamiento a la vivienda, hacia las 2 p. m., a la cual llevaron al imputado. Su abogado, Randall Miranda, aseguró que los ocurrieron el trágico hecho se produjo durante una reunión familiar y aseguró que fue accidental.

Además, el abogado sostuvo que su cliente entregaría el pasaporte en espera de que, si le dictan medidas cautelares, sean en libertad y no en prisión preventiva.

Elizabeth Arroyo, vecina del lugar, manifestó: “Esa muchacha era una muy buena vecina, muy joven y bonita. Siempre pasaba saludando cuando iba a la pulpería. Lo último que escuché es que había estudiado computación. De él no sé mucho porque era muy aparte”.