Un niño de dos años y dos meses se encuentra en condición grave luego de que el piso de la sala de su casa cedió en Ipís de Goicoechea, San José, la tarde de este miércoles.
El Cuerpo de Bomberos informó de que el suelo de la vivienda, que colinda con el cauce del río Ipís, colapsó y eso provocó que el niño quedara atrapado entre diversos materiales.
Andrea Aguilar, supervisora de turno de Bomberos, manifestó que la alerta ingresó a las 12:20 p. m. y que las unidades llegaron ocho minutos después.
"El menor fue rescatado entre los escombros en la ladera del río con la asistencia de los bomberos. Se le hicieron maniobras de resucitación y Cruz Roja se encargó del traslado al Hospital Nacional de Niños", expresó Aguilar.
Por su parte, Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños, explicó que el niño ingresó al centro médico a la 1:01 p. m., con un paro cardiorrespiratorio, por lo que se le hicieron maniobras de resucitación durante al menos 40 minutos.
"Se le aplicaron maniobras de resucitación, él salió del paro, pero su condición es muy delicada", expresó Arguedas.
El menor fue el único afectado por el derrumbe de la vivienda.
Hannia Morales, abuela del niño, explicó que el chiquito estaba jugando en la sala con una perra y de repente se escuchó un estruendo y, al ver que una parte de la sala se hundió y el niño cayó, comenzó a pedir ayuda.
José Manuel Morales, tío del menor, dijo que la perra salió sola, pero del chiquito solo un zapato se veía entre el barro, por lo que comenzó a cavar con las manos y, con la ayuda de un vecino, lograron sacarlo, pero estaba inconsciente. El niño estuvo atrapado durante casi cinco minutos.
La casa, junto con otras, está de la Escuela los Ángeles, 100 metros al oeste y 100 al norte, en una ladera que colinda con el río Ipís, cuya correntada creció este miércoles debido a las lluvias que cayeron de forma ininterrumpida durante dos horas desde las 10:30 a. m.
Posteriormente, dejó de llover 30 minutos, pero en la tarde volvieron las lluvias fuertes.
De acuerdo con David Jara Abarca, cruzrojista de Ipís, cuando llegó al sitio ya los vecinos y Bomberos habían sacado al niño y, pese a las maniobras de reanimación que le dieron durante los primeros diez minutos, el menor no respondía.
De inmediato se coordinó con una unidad de Bomberos y un paramédico a bordo para llevarlo al Hospital Nacional de Niños. De camino se le aplicaron nuevas maniobras de reanimación hasta que quedó en manos de los especialistas que lo esperaban en el centro médico.
La Cruz Roja atendió la crisis de nervios que presentaba la madre del niño, una menor de 17 años, y la llevaron en una ambulancia al Hospital de Niños para que estuviera al tanto de la evolución de su hijo.
La abuela explicó que desde hace 10 meses se fueron a vivir en esa casa de alquiler y, pese a que sabían del riesgo porque el río pasa a menos de dos metros, no tenían recursos económicos para alquilar en otro lado.
Mauricio Gamboa, de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) llegó a la vivienda y coordinó de inmediato con personeros del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) para ayudar a la familia a buscar otro sitio de alquiler.
En la casa vivían cuatro pesonas: el niño, su madre, su abuela y el tío.