Carlos Alberto Salgado Chavarría, de 28 años y empleado de un supermercado en Alajuela, llegó la tarde del viernes a la cabaña de su familia en Chachagua de San Ramón para pasar el fin de semana.
Veinticuatro horas después, el paseo se convirtió en tragedia cuando, al lanzarse desde una altura de dos metros a la poza El Salto, del río Fortuna, situada 1.600 metros al sur del redondel de toros en La Fortuna de San Carlos, lo atrapó un remolino del que no pudo salir con vida.
La fuerza de la corriente lo estrelló contra unas piedras y le abrió una herida en la cabeza que lo dejó inconsciente hasta ahogarlo.
Una suerte distinta corrió una amiga suya, cuya identidad no fue revelada. Ella sí logró alcanzar la superficie no sin antes luchar contra la corriente, que amenazaba con arrastrarla.
El accidente se produjo a las 4:20 p. m. del sábado cuando en la zona empezaba a caer un torrencial aguacero.
El buzo Ronald Solís, cruzrojista de San Isidro de Peñas Blancas, intentó, sin éxito, sacar a Salgado del agua.
Su trabajo fue obstaculizado por la intensa lluvia y la amenaza de una cabeza de agua, factores que obligaron a suspender las tareas de rescate a las 5 p. m. al empezar a oscurecer.
El cadáver del joven, quien era soltero y no tenía hijos, fue hallado por otros socorristas casi a las 7 a. m. de este domingo en una especie de cueva cerca del remolino.
Jorge Soto, quien estaba en el sitio cuando sobrevino la tragedia, contó que el muchacho compartía normalmente con su acompañante.
La poza El Salto, escenario del suceso, es de las más frecuentadas por los turistas extranjeros y nacionales que visitan La Fortuna.
"Es un sitio de reunión casi que obligado para los visitantes", indicó Manuel Castro, jefe local de la Policía Turística.