Joven acumuló 28 multas durante persecución de 10 km en San Carlos

Transportista pirata iba sin licencia, sin marchamo, sin revisión técnica y además hizo adelantamientos en curva y en intersección. Pagará al menos ¢2,4 millones

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Un joven de 24 años irrespetó la señal de alto de un oficial de Tránsito y lo que ocurrió después incluyó fuga, persecución, un accidente, tres personas golpeadas y 28 multas que suman, al menos ¢2,4 millones.

El protagonista es un transportista informal de apellidos Vega Barrios que no está inscrito como conductor, no tenía revisión técnica, ni marchamo al día del vehículo que conducía y además hizo adelantamientos en curva y en una intersección.

Además, fue procesado por no acatar la orden de alto de la autoridad, por el accidente y por ofrecer servicios de transporte de pasajeros ilegalmente, según informaron los oficiales de la Delegación de Tránsito de San Carlos, Alajuela.

Los hechos ocurrieron a las 9:15 a. m. cuando Vega circulaba en un vehículo Peugeot 306SR, de 1995, con tres pasajeros a bordo, en el centro de Veracruz de Pital de San Carlos, Alajuela.

En un retén de carretera, en lugar de detenerse, el joven aceleró y desencadenó una persecución que tuvo cierres de carretera realizados con apoyo de la Fuerza Pública.

Vega logró avanzar unos 10 kilómetros hasta que se estrelló contra una malla perimetral en las inmediaciones de un almacén de Dos Pinos, en el centro de Pital.

Producto del impacto, resultaron golpeados un adulto y dos menores de edad, aparentemente estudiantes, que viajaban con él.

Uno de los menores quedó inconsciente en la escena y tuvo que ser trasladado a la clínica local y luego al hospital San Carlos. En el sitio, una de las víctimas, cuyo nombre no trascendió, relató que le pidió reiteradas veces al conductor que se detuviera, pues circulaba a alta velocidad.

Segunda fuga frustrada

Un oficial de tránsito confirmó que el hombre, en lugar de someterse a la autoridad, se salió del vehículo e intentó huir, pero fue aprehendido por policías en un lote baldío cercano.

Además de las infracciones a la ley de tránsito, que suman ¢2,4 millones, a Vega le quitaron el vehículo con fundamento en la ley de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) que sanciona el transporte remunerado ilegal de personas.

La multa que se impone al conductor del vehículo y al dueño registral del bien oscila entre ¢2 y ¢8 millones (5 a 20 salarios mínimos), según lo que resuelva un órgano director conformado para este caso en la Autoridad.

En este caso, la sanción podría ser más alta que el valor del bien, estimado en el Registro Nacional en ¢740.000. El carro, placas 258870, está inscrito a nombre de una persona de apellido Dalton.

Vega, soltero y padre de un niño de cuatro años, no fue detenido.