Texto original publicado por La Nación el 1 de enero de 1972.
Una pared del antiguo edificio del Banco de Costa Rica, cuyos restos en demolición se extienden aproximadamente media manzana, cayeron ayer a las 8:10 a. m. sobre la avenida central. Los restos de la maciza y enorme pared, estaban sobre lo que fue la entrada principal del Banco de Costa Rica, entre las calle 8 y 10, sobre la avenida central.
Cuando la mole cayó, pasaban por la acera tres personas, de apellidos Méndez, Ortega y una señora cuyo nombre no se conoce. La alarma fue dada inmediatamente en primer lugar a la central de radiopatrullas. Fue despachado el agente Carlos Solano.
Los operadores de radio solicitaron en el acto, ambulancias de la Cruz Roja y después se avisó a la Dirección General de Detectives. El salvamento de las víctimas se inició aún antes de que las autoridades llegaran. Lo efectuaron otros transeúntes, empleados de negocios cercano y trabajadores que demuelen ese viejo pero consistente edificio.
Las víctimas fueron conducidas al hospital San Juan de Dios. Las examinó y atendió el Dr. Salazar. Quedaron hospitalizadas de emergencia.
En otras noticias:
Entregado nuevo instrumental a banda de Liberia
En una ceremonia realizada en el salón de sesiones de la Municipalidad de Liberia, la noche del 28 de diciembre, se procedió a la entrega de parte del instrumental de la banda de Liberia: nueve instrumentos, comprados por licitación y traídos de Checoslovaquia.
La ceremonia fue presidida por don Crisanto Álvarez Angulo, con asistencia del ejecutivo municipal Oldemar Armas; del gobernador de Guanacaste, don Luis Abellán, regidores y demás funcionarios municipales.
El Prof. Sacramento Villegas, director de la banda, agradeció el gesto de los munícipes y habló de los problemas que afectan a ese cuerpo de música. Hizo ver que si estos instrumentos no se hubieran conseguido, la banda se hubiera visto en la obligación a suspender sus actividades.
Mujer exterminó a su familia
La esposa de un suboficial de la marina dio ayer muerte a balazos a su cónyuge y a los cuatro hijos del matrimonio mientras dormían y luego se quitó la vida. La policía informó que la mujer, identificada como de apellido Whalen, de 32 años, ultimó primero a su esposo y luego a sus hijos.
Seguidamente se dirigió al baño, volvió a cargar la pistola calibre 38 que había utilizado y se quitó la vida. “He investigado muchos asesinatos y otras cosas espantosas en mis 25 años de policía, pero esto es lo más extraordinario y peor que he visto”, declaró un detective al abandonar la casa de la familia.
Los muertos fueron identificados como el suboficial principal Whalen, adscrito a la base aeronaval de Corpus Christi mientras seguía cursos universitarios en el Mar College; su esposa y sus hijos Deborah, Kelly, Robert y Mary. La policía encontró una carta firmada por la mujer, pero declinó revelar su contenido.